BARCELONA, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona ha condenado a penas de entre 16 y 18 años de cárcel a una decena de 'skins' que la noche del 23 de marzo de 2012 atacaron a las puertas de la sala Stroika de Manresa a varios jóvenes que acudían a un concierto de grupos antifascistas, y les acusa de dos intentos de asesinato y lesiones con instrumentos peligrosos y lesiones, entre otros delitos, con el agravante de actuar movidos por motivos ideológicos.
En una sentencia de 117 páginas recogida por Europa Press, la Sección Tercera de la Audiencia da por probado que, al enterarse de que se iba a celebrar el concierto, Javier C. convocó a 15 personas para atacar con barras de hierro, palos y bengalas a cualquier asistente al concierto al suponer que "serían de ideología contraria a la que los mismos procesan".
Se pusieron en marcha desde diferentes localidades y quedaron cerca de Terrassa (Barcelona) para repartirse las bengalas, barras de hierro, otros objetos contudentes, además de pasamontañas y bragas para ocultar su cara y se fueron a la sala para golpear a todos los que encontraran "que por su aspecto pudieran considerarlo su enemigo, asumiendo que podían incluso causar la muerte con ellos".
A las inmediaciones de la sala atacaron a un joven de 16 años y a otro de 18 --por la estética 'punk' de uno de ellos-- con la intención de golpearles asumiendo que por el número de integrantes y la fuerza podrían causarles la muerte: al menor le dieron golpes en la cabeza y cayó al suelo "prácticamente inerte" --si no llega a ser atendido hubiera muerto, según el juez--, mientras el mayor de edad pudo escapar hasta la puerta de la discoteca donde fue socorrido por otras personas.
ABSOLUCIONES
Parte de los agresores se dirigieron a otro grupo de chicos quienes, al verlos llegar, se refugiaron en un coche, dentro del que uno de los agresores lanzó una bengala encendida con la intención de que salieran del vehículo; minutos después, al grito de 'vamos, vamos', se metieron en sus coches y escaparon.
El tribunal les absuelve de los delitos de asociación ilícita, desórdenes públicos y tenencia ilícita de armas; además, absuelve de todos los delitos de los que estaban acusados a dos porque cuando llegaron a la sala decidieron no participar en los hechos e irse del lugar, y a una mujer que estaba acusada de vigilar mientras se producían las agresiones.
