MADRID, 27 Jun. (EDIDIZIONES) -
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El Partido Popular ha sido el claro vencedor de las elecciones celebradas este domingo. Sin embargo, los resultados de los 'populares' (137 escaños) no son suficientes para gobernar en solitario al no alcanzar los 176 requeridos para la mayoría absoluta.
Si el partido de Mariano Rajoy contase con los apoyos de Ciudadanos (32) tampoco obtendría la mayoría absoluta. Se quería a 7 escaños, que no los sumaría tampoco con PNV (5) y Coalicón Canaria (1). Le faltaría exactamente 1 escaño. Aquí entra en juego la posibilidad de que el diputado de Nueva Canaria, Pedro Quevedo, que ha concurrido a las elecciones con el PSOE, pueda absetenerse, algo en principio difícil pero que no hay que descartar completamente.
En el bloque de izquierdas los números no cuadran fácilmente. De hecho, PSOE más Unidos Podemos suman 156 escaños, menos que en las pasadas elecciones.
La única opción clara de gobierno sería PP y PSOE, con una mayoría absoluta holgadamente (222 escaños), pero es una opción altamente improbable porque Pedro Sánchez ha manifestado en numerosas ocasiones su rechazo a formar Gobierno con el PP.
Por eso, el PP necesitaría para gobernar la abstención del PSOE, sin necesidad de contar con el apoyo de Ciudadanos en segunda ronda.
LAS OPCIONES DE SÁNCHEZ
Para que Sánchez fuera presidente necesitaría el apoyo de Ciudadanos y Podemos, algo que parece muy improbable porque estas dos últimas formaciones se han definido como antagónicas.
Otra opción del PSOE para acceder al Gobierno sería contar con el apoyo de Iglesias y de los partidos independentistas (ERC, CDC y PNV), que sumarían 178 diputados. Para tener el apoyo de los independentistas catalanes Sánchez debería comprometerse a apoyar la celebración de un referéndum en Cataluña, algo que parece poco probable.
Una tercera posibilidad sería contar con el apoyo de Unidos Podemos y la abstención de Ciudadanos y los independentistas.
Así las cosas se prevé que en los próximos días se inicien las conversaciones entre los partidos políticos para comenzar las negociaciones y tratar de desencallar la situación. La situación de los pactos es similar a la planteada el 20D, pero los políticos son conscientes que los ciudadanos no están dispuestas a ir a unas terceras elecciones por la falta de acuerdo de sus dirigentes.
