Can Vies el día del desalojo
EUROPA PRESS

Un bombero le contradice: "El golpe fue directo y brutal. Lo podía haber matado"

BARCELONA, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un mosso d'Esquadra ha admitido que dio un porrazo en la cabeza a un joven que pasaba con su bicicleta por la plaza de Sants, cerca del centro okupado de Can Vies, la tarde del 27 de mayo de 2014, pero ha alegado que quería darle en las piernas y su golpeó se desvió al tropezar su defensa en el hombro de otra policía.

En su declaración como acusado en el juicio que se ha celebrado este miércoles en la Audiencia de Barcelona, el agente de la Brimo (antidisturbios de los Mossos) Miguel Ángel P. también ha defendido que el joven que iba en la bicicleta y recibió el porrazo les había amenazado: "Si me tocáis, os mato".

Su compañera agente, que ha declarado como testigo, no ha confirmado que el golpeo de su compañero le diese a ella en el hombro y se ha limitado a confirmar que era una situación en que había mucho contacto; sí que han coincidido, en cambio, en que el joven les insultó y les amenazó.

Las versiones exculpatorias de los agentes contrastan tanto con la tesis de la fiscal, de las acusaciones popular y particular, y de la versión de varios testigos --un bombero, un fotógrafo y una vecina--, que han coincidido en el juicio en que no había disturbios en la zona y que el golpe del agente a la cabeza del joven fue directo.

El bombero, que estaba fuera de servicio y tomando algo en una terraza con unos amigos, lo ha explicado así: "El golpe fue directo y brutal. Lo podía haber matado", ha asegurado ante el tribunal, detallando que el policía levantó la defensa y golpeó al joven con las dos manos de arriba a abajo.

Ha dicho que no había altercados en la zona, que poco antes un grupo de mossos había golpeado a varios de los amigos que estaban con él en terraza "sin mediar palabra"; que los agentes se replegaron y volvieron posteriormente, y que, fue entonces, cuando se produjo el incidente con el joven de la bicicleta.

El bombero ha asegurado que alertó al cabo de los Mossos que "controlara a sus chicos" porque estaban golpeando a la gente sin justificación y ha explicado también que, ya después del porrazo que dejó al joven de la bicicleta sangrando por la oreja, lo cogieron del cuello y le siguieron dando.

PETICIONES DE CÁRCEL

Por todo ello, la Fiscalía pide tres años de cárcel y cuatro de inhabilitación para el agente Miguel Á. Pérez por un delito de lesiones, al considerar que actuó "con intención de menoscabar su integridad física", además de reclamar que indemnice al joven con 2.600 euros.

Por su parte, la acusación particular y la popular --representada por el centro para le defensa de los derechos humanos Irídia-- suben su petición hasta los seis años de cárcel al sostener que, además del delito de lesiones, el agente es responsable también de otro contra la integridad moral.

En una charla informal con periodistas, un portavoz de Irídia ha lamentado que, después del incidente, la División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos no investigara los hechos y se han ofrecido a colaborar con la Conselleria de Interior para que una situación así no se repita.

El mosso encausado lleva 12 años trabajando como agente antidisturbios de los Mossos d'Esquadra y en la actualidad continúa ejerciendo, según ha explicado en el juicio a preguntas de la Fiscalía.

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