TS reduce pena a un tuitero que se mofó de Blanco por no considerar delito loas a GRAPO

Actualizado: lunes, 25 enero 2016 15:01

MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo ha reducido en un año de cárcel la condena a dos que impuso la Audiencia Nacional al internauta Vicente Marco Ibáñez por un delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas que cometió al felicitarse por la muerte del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco. No se consideran delito cinco de las expresiones que Marco vertió en la red en apoyo a los GRAPO, ya que únicamente muestran su afinidad con los objetivos políticos de dicho grupo, según el alto tribunal

Así, el Supremo condena al joven, que en su perfil de Facebook, bajo la identidad de "Vicent Sidorenko", por publicar la expresión "Gora ETA. Libertad presos políticos, Miguel Ángel Blanco mejor muerto". También se considera delictivo que en enero de 204 insertara otro mensaje con una foto a la que añadió que "el zulo de Ortega Lara tenía más metros cuadrados que donde viven muchísimos españoles".

El joven había sido condenado por la Audiencia Nacional por un total siete expresiones -incluidas las dos citadas- y fotografías sobre determinadas personas condenadas por pertenecer a la organización terrorista GRAPO y a otras que habían sido víctimas de delitos de terrorismo entre el 7 de junio de 2013 y el 1 de abril de 2014.

VÍNCULOS IDEOLÓGICOS

Sin embargo, la Sala de lo Penal rebaja la condena al concluir que cinco de esas frases no son delictivas y que reflejan la sintonía ideológica del condenado con determinados presos en el sentido de coincidencia de objetivos políticos, así como solidaridad con su situación de privación de libertad o camaradería nacida de vínculos ideológicos.

Se trataría de 'tuits' en los que Marco Ibáñez insertaba fotografías de presos de los GRAPO como Israel Clemente López con la leyenda "preso político de los GRAPO. Libertad Compañero" y otros similares alusivos a este preso y a la también miembros de los GRAPO Mónica Refoxos o Concepción González Rodríguez.

En relación a los dos mensajes que sí se consideran delictivos , la sentencia destaca que con esas expresiones se lanza un lacónico pero inequívoco y muy utilizado grito de aliento a una banda terrorista -Viva ETA- que se apostilla con sendos comentarios que, excediendo de lo meramente desafortunado, integran claras manifestaciones vejatorias, humillantes y hasta despiadadas para dos concretas víctimas de actos terroristas que adquirieron gran notoriedad pública por la generalizada solidaridad que despertaron en la ciudadanía.

"Miguel Ángel Blanco, mejor muerto", según los magistrados, son cinco escasas palabras pero concentran unas tales dosis de odio y desprecio que ineludiblemente han de activar los mecanismos penales de tutela. Añaden que no menos crueldad asoma a través del comentario adobado de cierto sarcasmo cínico sobre las dimensiones del zulo donde Ortega Lara estuvo recluido durante meses. Dicha comparación es un gesto despectivo al minusvalorar hasta la humillación el sufrimiento de tal víctima del terrorismo.

RECHAZA HIPÓTESIS DE CALENTÓN

Del mismo modo afirma que la explicación ofrecida por el condenado -reacción de "calentón" ante el cierre de una cuenta en una red social- no justifica su conducta, ya que transcurren dos semanas entre un mensaje y otro, lo que desmiente la hipótesis de auto-disculpa alegada atribuyéndolo a un mero impulso momentáneo.

La sentencia del Supremo indica también que su difusión a través de una red social lo convierte en accesible a un potencialmente indiscriminado número de personas y que no puede aceptarse la minimización por parte del recurrente sobre los escasos seguidores de su cuenta. También precisa que tampoco es exigible que la víctima llegue a tener conocimiento de la conducta.

Durante el juicio, el acusado reconoció los hechos que se le imputan y admitió que lo hizo "en un momento de calentón y de rabia" porque le habían cerrado la cuenta en la red social Twitter y "no se le ocurrió nada más que poner".

En su vivienda se localizaron tres cartas que le habían remitido los integrantes de los GRAPO Israel Clemente desde la prisión de Algeciras y Mónica Refoxos desde la cárcel de Jaén.

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