Esta es la tecnología que se usa para seguir la pista a un avión

Actualizado: jueves, 19 mayo 2016 12:33

   MADRID, 19 May. (EDIZIONES/Portaltic) -

   Este jueves han vuelto a saltar las alarmas en el cielo después de que la compañía Egypt Air anunciara la desaparición de los sistemas de radar del vuelo MS804 procedente de París y con destino El Cairo. En el avión viajaban 56 personas. Este suceso vuelve a hacer que pongamos otra vez la atención en la tecnología que se utiliza hoy, en lo que se puede hacer para ayudar a localizar un avión en estos casos e, incluso, para evitar que sucedan.

   Que un avión esté localizado durante todo su trayecto -desde que despega hasta que aterriza- es fundamental, hasta el punto de que se puede salvar la vida de sus pasajeros. No obstante, a pesar de que el sistema de comunicaciones es primordial, siguen produciéndose fallos. Os contamos cómo funciona hoy en día y qué más puede hacerse para evitar estos accidentes aéreos.

   ¿CÓMO FUNCIONAN LOS SISTEMAS DE COMUNICACIÓN?

   Actualmente, los encargados de localizar y seguir el trayecto de los aviones que circulan por el espacio aéreo son los radares. Existe un radar en tierra que detecta, de forma automática y sin autorización por parte de la aeronave, la posición aproximada de un avión. Para ello utiliza señales de radio, una tecnología que está basada en sistemas de los años 30.

   Luego está el radar que está colocado en todos los vuelos comerciales de hoy en día y que registra e identifica al avión. El radar emite un código único de cuatro dígitos que es el que identifica al avión -digamos que se trata del DNI de la aeronave-. El sistema que se encarga de enviar esta información a tierra, también a través de ondas de radio o por satélite, es el llamado ACARS (Aircraft Communications Addresing and Reporting System). Dicho protocolo se utiliza desde finales de la década de los 70, concretamente a partir del año 1978.

   De esta forma, con estos dos radares, los controladores aéreos que están en las torres de control conocen en todo momento la ubicación de un determinado avión. El piloto y copiloto de un avión también utilizan un GPS y una red de satélites para conocer su ubicación, pero esta información no se llega a compartir con la torre de control a menos que haya algún tipo de problema y sea necesaria.

   Algo, que según muchos expertos es un error, porque los radares tienen un cierto límite y muchas veces es necesario acudir a la información del GPS de los aviones. Hoy en día no se envían los datos de GPS a través de una radio de alta frecuencia, pese a ser posible, porque es un sistema muy caro.

   Para la comunicación del avión con la torre de control mientras se realiza el vuelo -cuando están a más de 240 kilómetros de tierra- se usan ondas de radio de alta frecuencia. Es así como unos aviones se pueden comunicar entre sí y con los controladores aéreos.

TECNOLOGÍAS QUE PODRÍAN EVITAR LA DESAPARICIÓN DE UN AVIÓN

   Existen diferentes avances tecnológicos que están esperando a recibir la luz verde para ser implementados en la industria de la aviación, con el objetivo de evitar que casos como estos ocurran.

   Una de las ideas es aprovechar los propios servicios que hoy en día ofrecen los aviones a los pasajeros (música, internet, juegos, películas, llamadas satelitales, etc.) para informar de las posiciones de las aeronaves.

   Sin embargo, frente a una transmisión de la cabina continua, que podría resultar muy caro debido al coste del ancho de banda satelital, varios expertos recomiendan la transmisión activada de la cabina, que transmite una señal de alerta a tierra solo cuando sucede algo fuera de lo previsto o cuando el avión está potencialmente en peligro. Envía parámetros de vuelo como la altura, la velocidad, la inclinación o el balanceo.

   Otra opción son los llamados sistemas con ADS-B (Automatic Dependent Surveillance Broadcast), una tecnología de vigilancia que determina la posición del avión por satélite y que envía a su vez los datos a tierra. Esta tecnología no tendría el problema de la falta de alcance o de cobertura que tienen hoy en día los radares secundarios. Actualmente el ADS-B es obligatorio en algunas regiones de Australia.

   La modernización de las cajas negras también es otro de los retos de la industria. La integración de transmisores de última generación para que estas puedan emitir señales de posición podría ayudar a recuperar un avión, así como lograr extender la vida de su batería.

   Otras voces expertas también reclaman un sistema que impida que los pilotos puedan desconectarlo y, por tanto, hacer que sea visible ante el radar, al igual que piden nuevos servicios de comunicaciones que envíen información detallada de la posición de un avión incluso si se apagan los sistemas de comunicación.