Autismo y sexualidad. El sexo sentido

Autismo y sexualidad
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 15 diciembre 2017 12:18

MADRID, 5 Feb. (EDIZIONES, por la psicóloga Elisa García Martínez) -

El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida y que se caracteriza por presentar las siguientes dificultades: dificultad para identificar las emociones propias y de los demás, para ponerse en el lugar del otro, para comprender y usar correctamente el lenguaje. Estas personas suelen tener tendencia a la rutina, intereses muy restringidos y resistencia a los cambios entre otras cosas.

Las familias y el entorno de la persona autista pueden tener una serie de concepciones erróneas sobre su sexualidad que dificulta el desarrollo sano de la misma. Algunos de estos mitos pueden ser:

- "Una persona con autismo carece de deseo sexual: no tiene fantasías, ni interés por lo erótico". Falso: Una persona con autismo tiene deseo sexual.

- "Son incapaces de controlar sus impulsos". Falso: Son personas capaces de controlar sus impulsos pero a veces necesitan la ayuda de un profesional o familiar formado.

- "Cualquier acercamiento físico o caricia pueden interpretarlo como algo sexual". Falso: Entienden que no todas las formas de cariño son aproximaciones sexuales.

Para que estos mitos desaparezcan, el hablar con apertura con la persona autista y no dar de lado estas cuestiones facilitará mucho*el camino.

Por este motivo, cuando alguien de nuestro entorno padece este trastorno es importante que nos hagamos preguntas como: ¿De qué forma puedo ayudar a las personas con autismo a vivir la*sexualidad? ¿Por dónde puedo empezar? ¿Cómo puedo ayudarle a entender qué es y qué le ocurre cuando llega a la pubertad?

¿QUÉ NECESITO SABER ANTES DE EXPLICARLE QUÉ ES LA SEXUALIDAD?

Si nuestro objetivo es ayudar, acompañar o enseñar a entender la sexualidad a estas personas, os propongo comenzar desde algo sencillo:

En primer lugar necesitaré comprobar si:

1. Reconoce todas las partes de su cuerpo, incluidos sus genitales. En caso de que no reconociese todas las partes de su cuerpo podéis hacer un repaso de los nombres e ir apuntando aquellas que no conoce. Si se trata de un niño puedes comprar una cartulina, pedirle que se tumbe encima y*dibujar su silueta. Pídele que la recorte y colgadla juntos en su cuarto. Esto facilitará su aprendizaje de las partes del cuerpo.

2. Identifica cuáles son las diferencias principales (físicas o anatómicas) que existen entre un hombre y una mujer. Por ejemplo, puedes coger una foto de un hombre y una mujer (o dibujos dependiendo de la edad) y ver si es capaz de identificar las partes del cuerpo que son diferentes.

Una vez sepamos en qué punto de conocimiento se encuentra nuestro allegado, si lo consideramos oportuno, podremos comenzar por  interesarnos e indagar en las siguientes áreas:

1. La Masturbación

Este es un tema que suele provocar cierta preocupación en los padres ya que en algunos casos puede aparecer esta conducta antes de lo esperado debido a la hipersensorialidad (mayor percepción o sensibilidad a algunos estímulos) y conductas exploratorias muchas veces enfocadas a calmar su ansiedad.

Un aspecto relevante en este tema será hacerle ver qué conductas son apropiadas en público y cuáles lo son en privado. Unas adecuadas enseñanzas previas anteriores a la adolescencia serán clave para un buen manejo de su conducta en la edad adulta.

Al igual que con cualquier hijo, corresponde a los padres y a las personas en quienes ellos se apoyen (educadores, formadores, psicólogos, etc.) formarles en la sexualidad de acuerdo al proyecto educativo familiar.

Los padres sabrán detectar la sensibilidad particular con la que explicar a cada uno los aspectos relativos a la sexualidad, sin "abandonarles" en manos de monitores de programas de formación, de pantallas televisivas o de webs de escaso interés formativo.

Pueden ayudarle también programas de educación y formación que les interesen a ellos, que no les condicionen ni determinen hacia un comportamiento sexual con las mismas responsabilidades o expectativas que proyecten los monitores.

Del mismo modo que con personas sin autismo, será necesario resaltar la importancia de la individualidad, de conocer muy bien a cada uno, de ir a su ritmo, de enseñarles de acuerdo con sus deseos, necesidades y expectativas.

2. Pubertad: menstruación en la mujer

Hacerle comprender a una chica que, a partir de cierta edad, la menstruación puede aparecer (por ejemplo desde los 10 años) nos facilitará mucho el afrontamiento de esta nueva etapa.

Mediante materiales de apoyo: libros, imágenes, cuentos, se podrá facilitar la comprensión de este nuevo hito, además de comenzar a introducir el tema de la reproducción: su significado y las implicaciones que conlleva en una mujer.

Igual que el resto de las chicas de esas edades, aquellas con autismo también necesitarán de manera particular a su madre u otra figura de referencia femenina para afrontar este cambio en su cuerpo.

3. Noviazgo y matrimonio

¿Cómo explicar a una persona con autismo qué es la vida en pareja, el noviazgo o el matrimonio? En este caso el desarrollo de una adecuada conciencia social desde pequeños, es decir, enseñarles cómo pueden interactuar con el mundo externo y la realidad, podrá hacerles incorporar conceptos que muchas veces son demasiado abstractos o vagos para ellos.

Por ejemplo una buena manera de comenzar podría ser preguntándonos si: ¿es autosuficiente?, ¿responsable o consciente de lo que conlleva la vida en pareja?, ¿conoce cuál es la probabilidad de tener hijos y cómo es la crianza de éstos?

Abusos sexuales

Por desgracia, este es otro de los puntos a tener en consideración cuando tratamos con personas con dificultades en las relaciones sociales con el resto. Por eso, la prevención de abusos será un punto clave en el abordaje de la sexualidad.

Entre nuestros propósitos estará el de establecer unos límites, es decir, un aprendizaje sobre lo correcto e incorrecto de ciertas acciones (por ejemplo: contactos inadecuados o conversaciones fuera de lugar) y un protocolo de seguridad que poner en marcha cuando algunas de estas cosas se pasen por alto en los contactos físicos con el resto (por ejemplo: contárselo a un familiar, llamar a alguien cercano o tomar distancia de esa persona hasta que se aclare la situación).

¿CÓMO PUEDO PONER EN MARCHA TODO ESTO?

- Habla con tu hijo sin temor e indícale el nombre de sus partes sexuales evitando utilizar eufemismos tales como "tus cosas" en lugar de "pene o vagina", "caricias" en lugar de masturbación... De este modo podrán entenderlo como algo normal y verán que no es nada "malo". Con personas que necesiten apoyos visuales utiliza dibujos del cuerpo humano o un espejo para enseñarle cómo son ellos mismos si lo crees conveniente.

- Observa o escucha cuando hable o tenga acercamientos como abrazos y besos con otras personas. Podrá ser un buen momento para averiguar si se siente atraído por alguien y hacerle comprender que podrás escucharle sin escandalizarte.

- Acuerda con los miembros de tu familia cómo tratar el tema de la sexualidad. Será muy importante que haya coherencia en el mensaje, las reglas y la información que dan unos y otros. Si se dan mensajes distintos puede crearse confusión.

- Acompáñale regularmente a las visitas ginecológicas y urológicas para una buena salud sexual.

- Crea un espacio junto a él dedicado a reconocer y expresar emociones: tristeza, cariño, alegría. Explícale qué es un sentimiento, para qué nos sirven y ofrecer ejemplos y pautas sobre cómo manejarlos será una parte esencial de una adecuada educación sexual. Recuerda adaptar el nivel a cada caso.

- En los casos en que hay poco o nada de lenguaje, podremos enseñar a pedir ayuda. Una idea será asociar un objeto (por ejemplo: una carta)/pictograma (por ejemplo: una imagen de un cuarto de baño) /palabra o consigna (“necesito estar solo”) para que pueda solicitar privacidad, ir al baño, etc.

Si tienes dificultades en trabajar lo propuesto anteriormente con tu familiar o conocido, se aconseja acudir a la ayuda de un psicólogo o médico psiquiatra con experiencia en autismo.

De este modo se podrá diseñar un plan de tratamiento personalizado que incluya todas esas áreas en la que la persona presenta más dificultades.

Quizá es el momento de vivir el presente y afrontar el futuro con esperanza.

Todos somos seres sexuados que necesitamos amor, cariño, recibir y dar afecto sin temores, por eso, ofrecer una adecuada educación sexual a personas con autismo favorecerá una vivencia libre, sana y placentera de sí mismo, sus relaciones y sus afectos.

Cada uno es, en una proporción muy grande, hacedor de su propio modo de ser, con límites y limitaciones, sin y con capacidad para optar por vivir, para actuar y construir su vida, para dar respuesta a su propia vida y tener un proyecto personal de vida sexual.

“No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos”.

O. K. Bernhardt

Elisa García Martínez

Psicología




Materiales y recursos

- Ejercicios y tareas destinadas a aprender emociones y asociarlas a situaciones

- Darles a conocer historias sociales y guías para las familias.

- Hacer y trabajar con ellos dramatizaciones (marionetas, role-playing, ...)

- Ver películas relacionadas:

+ Del reves (Inside out)

+ Mi nombre es Sam

+“Pipas no ar yo también quiero volar”.

+ ¿A quién ama Gilbert Grape?