SEVILLA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Agricultura y Pesca puso hoy de manifiesto la importancia que tiene la prevención a la hora de evitar la expansión del 'picudo rojo' que ataca a las palmeras, así como la necesidad de reforzar la coordinación de todos los agentes implicados para frenar y controlar esta plaga mediante todas las técnicas disponibles, de forma que se puede conservar el patrimonio cultural, paisajístico y medioambiental que suponen las palmeras en muchos municipios andaluces.
Estas son algunas de las conclusiones de la jornada técnica celebrada en la Consejería y dedicada a la prevención y lucha contra la plaga del escarabajo 'Rhynchophorus ferrugineus' de las palmeras, con la que se han culminaron las sesiones técnicas informativas celebradas a lo largo de esta semana en Almería y Málaga.
La lucha contra esta plaga es especialmente compleja dado que la duración media de su ciclo de desarrollo sin que se perciban signos exteriores de daños puede durar hasta tres años. Esta complejidad hace difícil actuar contra su expansión a través de acciones basadas exclusivamente en el corte y destrucción, como hasta ahora se habían desarrollado.
Para mejorar la eficacia en la lucha contra esta plaga, la Consejería de Agricultura está ultimando un decreto que establecerá medidas obligatorias para la prevención y lucha contra el 'picudo rojo'.
Además, la Consejería, a través de la Dirección General de Producción Agrícola y Ganadera, ha intensificado las actuaciones para el control del movimiento de palmeras en los centros de producción --viveros--, con el objetivo de garantizar que el material de plantación esté libre de esta plaga.
En este sentido, como medida de control preventivo se ha impuesto una cuarentena obligatoria a las palmeras procedentes de países donde la plaga está presente y que deberán someterse durante al menos un año a tratamientos preventivos controlados periódicamente por los servicios de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura y Pesca.
Por otra parte, los resultados preliminares de los proyectos de investigación, y de las experiencias autorizadas en Andalucía para el control preventivo del 'picudo rojo' --tratamientos con nemátodos y hongos entomopatógenos, o endoterapia mediante inyección localizada de productos fitosanitarios en el tronco-- han mostrado ser una herramienta muy útil para el control de la plaga en aquellos municipios en los que se ha seguido un plan coordinado de tratamientos.
EXPERTOS EN LA MATERIA
Las jornadas técnicas desarrolladas en varias provincias andaluzas, organizadas por el Instituto de Investigación y Formación Agraria (Ifapa), contaron con la participación de expertos en la materia de la Junta, así como representantes de la Asociación Botánica Española de Palmeras.
En ellas se destacó la importancia de las medidas culturales de cara a controlar la plaga en los primeros estadios de desarrollo. También se trataron temas como el uso de nemátodos y fitosanitarios como herramienta de lucha contra la plaga, métodos de saneamiento de palmeras así como las actuaciones puestas en marcha por la Junta y la estrategia de futuro para combatir la plaga.
A los asistentes a las jornadas también se les recordó que la Junta de Andalucía mantiene un equipo técnico especializado que desarrolla acciones de prospección para delimitar las zonas con presencia de la plaga. Dicho equipo se encarga de alertar a las autoridades municipales para que puedan trasladar a la población las obligaciones y recomendaciones, que permitan proteger las palmeras de los ataques del 'picudo rojo'.
Este equipo técnico también desempeña la misión de asesorar a los equipos de mantenimiento de los parques públicos, a las empresas de poda y jardinería, y a todos los interesados que deseen obtener información sobre los métodos de control y lucha contra esta plaga.
PLAGA DETECTADA EN 1995
Desde que en 1995 se detectara 'Rhynchophorus ferrugineus', conocido comúnmente como 'picudo rojo', en el municipio granadino de Almuñécar, la Consejería de Agricultura y Pesca ha estado trabajando para conseguir la erradicación de la plaga, con un despliegue importante de medios materiales y humanos.
Los trabajos inicialmente se centraron en la puesta bajo control fitosanitario de las palmeras sensibles en el área afectada, y el arranque y destrucción de aquellas cuyo grado de afectación suponía un riesgo fitosanitario o de seguridad ciudadana. Dichas estrategias de actuación dieron los resultados esperados hasta 2005.
Sin embargo, a partir del año 2005, se produjo una explosión de la plaga fuera de las zonas de control, coincidiendo con el incremento de la demanda de palmeras para la urbanización de nuevas avenidas y zonas residenciales, lo que supuso la entrada del parásito desde países exportadores contaminados --Egipto, fundamentalmente--. Esta situación se repite en todos los países del arco mediterráneo, de forma que la plaga también está presente en la costa de Francia, Italia, Portugal y Grecia.
