Abogado de Jonathan Moya dice que pedirá absolución e insiste en implicación de terceras personas no procesadas

José Ramón Cantalejo, letrado de Jonathan Moya
EUROPA PRESS/ARCHIVO
Actualizado: jueves, 15 enero 2015 19:24

ALMERÍA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

El abogado que ejerce la defensa de Jonathan Moya, el joven acusado de raptar y asesinar a la bebé de 16 meses de Palma del Condando (Huelva) Míriam ha avanzado este jueves que, "con toda probabilidad", solicitará la absolución para su patrocinado al estimar que no han quedado "suficientemente acreditada" su participación.

El letrado José Ramón Cantalejo ha trasladado en declaraciones a Europa Press que "leerá y analizará con atención" el relato de hechos que en su calificación provisional hace el fiscal, que pide penas que suman 26 años de prisión, si bien ha trasladado que "seguimos insistiendo en la participación de terceras personas que no están procesadas".

Ha hecho alusión así al contenido de una de las versiones, la mantenida hasta el final, por Jonathan Moya, quien en una de sus comparecencias ante el juez instructor señaló a una persona "con nombres y apellidos". A lo largo de la investigación judicial, la Guardia Civil elaboró hasta dos informes y en el último, descartó la participación en el crimen de una segunda persona tras llegar a entrevistarse con este vecino.

En el primero, concluía que una versión anterior, en la que hablaba de "varias personas", era "falsa completamente" tras unas intensas gestiones en diversas provincias andaluzas y en Extremadura para intentar localizarlas. Por otra parte, Moya González aseguró en su última comparecencia en sede judicial que supuestamente se "cayó" con la pequeña "corriendo por un monte" e insistió en el móvil que ya esbozó ante el juez al principio de investigación y que pasaría por una presunta "venta" de la menor.

No obstante, hasta el final de la instrucción la defensa ha solicitado al juez la practica de una batería de pruebas encaminadas a indagar sobre la participación en el crimen de una tercera persona e interesó, entre otras, que se analizase una conversación contenida en las escuchas telefónicas que obran en la causa y en la que se haría referencia a él bajo un sobrenombre y "a su posible participación en los hechos", así como que se citase a declarar a los dos interlocutores de la citada conversación.

Intereso, asimismo, que se procediese a la reconstrucción de los hechos para averiguar cómo la bolsa que contenía el cuerpo sin vida de la pequeña, con un peso de 43,2 kilos, "llegó desde el exterior del vallado al fondo de la balsa" de riego y quedó "en la posición en la que se encontró". Se trataba de analizar si bastó con la intervención de una sola persona o fueron necesarias dos para esta operación.

En esta línea, pidió la inspección del vehículo intervenido a Moya González en busca de "huellas dactilares que puediesen aparecer en la zona trasera como consecuencia del apoyo de las manos de una persona que hubiera podido empujar" y hacía hincapié en el hallazgo de ADN de "procedencia desconocida" en la ropa de la bebé cuando fue encontrada.

Con respecto a la acusación que el letrado de la madre de la bebé formula contra Raúl R.F., a quien la Fiscalía no acusa, Cantalejo ha trasladado que no tiene "elementos de juicio suficientes para expresar su opinión" sobre una posible intervención y ha emplazado a la vista oral "para que se sustancie y se depuren responsabilidades".

ACUSACIÓN FISCAL

La Fiscalía va a solicitar penas que suman 26 años de prisión para Jonathan Moya por el rapto y crimen de la bebé Míriam, a quien presuntamente golpeó con "gran fuerza y en repetidas ocasiones" con un objeto contundente en la cabeza para "hacerla callar porque lloraba" y a quien envolvió cuando "estaba todavía con vida" en un film transparente, provocando su muerte por asfixia.

Moya González, actualmente en prisión provisional por esta causa aunque tiene varias condenas en firme por delitos contra el patrimonio, introdujo supuestamente a continuación el cuerpo sin vida de la pequeña en una bolsa de viaje "junto a su ropita y 15 piedras" para "arrojarla a una balsa de riego tras anudarle por fuera un bloque de cemento de grandes dimensiones" con el que se "aseguraba" de esta forma de que el cadáver "no saldría a flote".

El escrito de calificación provisional, remarca que tuvo retenida a la pequeña con vida desde el 20 al 24 de diciembre de 2012 en el interior del cortijo familiar donde se "escondió" tras raptarla y abandonar a su madre, con quien había mantenido una relación sentimental, "en un paraje deshabitado" de Fiñana (Almería) y que lo hizo pese a "los intentos reiterados de los agentes de la autoridad y los desesperados de la familia de la niña para que la entregase".

El fiscal no apunta, sin embargo, en su relato de hechos que deberán ser enjuiciados por un tribunal de jurado, qué movió a Jonathan Moya en su acción delictiva aunque a lo largo de la instrucción se apuntó que el procesado, quien ofreció hasta tres versiones de los hechos en las que hablaba de una muerte accidental de Míriam al caérsele de los brazos cuando corría por el monte, podría haber actuado por precio para vender a la menor.

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