ALMERIA, 25 May. (EUROPA PRESS) -
Los 37 trabajadores de la residencia asistida de ancianos que hay en la quinta planta del hospital de la Bola Azul, en la capital almeriense, continuaron hoy sus protestas ante el citado edificio por su inminente cierre, una concentración a la que se sumaron familiares de los residentes y en la que se recogieron unas 300 firmas para apoyar que "la residencia no cese su actividad" y que "los empleados no se queden en la calle".
En declaraciones a Europa Press, la representante de personal de CC.OO Belén Jiménez lamentó que desde la Junta, a la que pertenece la residencia, no se aporte ninguna solución al cierre de la residencia y como ejemplo de ello, manifestó que se le ha informado al delegado provincial para la Igualdad y Bienestar Social, Luis López, que la Asociación Provincial de Minusválidos Verdiblanca ha mostrado su interés en la concesión administrativa de la residencia y "no nos quiere ni escuchar, no accede a nuestras propuestas".
Por su parte, Luis López expresó que lo que más le preocupa es que se haya "levantado una alarma social", cuando la situación es clara, ya que insistió en que la residencia debe de cerrar porque la empresa que la gestiona hasta el próximo día 31 de mayo --Clece-- ha decidido no seguir con la concesión administrativa de la residencia. Un hecho que provoca que sus 37 empleados se queden sin trabajo y que los 48 residentes sean trasladados a la residencia privada Ballesol, en la capital almeriense, con la que la Junta ha establecido ya un concierto.
Asimismo, subrayó que "comprendo perfectamente a los trabajadores", pero "no entiendo por qué piden responsabilidades a la Junta cuando es la empresa Clece la que tiene que responder".
En este sentido, criticó que los trabajadores "protesten ante la Delegación para la Igualdad y Bienestar Social" y pidan soluciones" a la Junta", cuando "en ningún momento se han dirigido a su empresa, que es con la que firmaron el contrato" y por tanto, "ellos debían ser conscientes desde el primer día de que esta situación podía darse".
Luis López manifestó que, por su parte, está haciendo todo lo que puede para que los trabajadores "que son los que menos culpa tienen" no sean perjudicados. Para ello, afirmó que ha creado un "cierto compromiso" con Ballesol para que si necesita a más personal "cuente con estos empleados en su proceso de selección".
Sobre esta cuestión, matizó que lo que "no se puede hacer" es lo que piden los trabajadores, que es que sean trasladados a Ballesol con las mismas condiciones del contrato que la primera empresa concesionaria --Instituto Gerontológico Nacional-- estableció en el año 1996 y en el que se incluyó una cláusula de subrogación.
Por último y sobre la rentabilidad, el delegado provincial reconoció que es cierto que una residencia de 48 plazas "no es rentable" ya que para que sea "sostenible" debe tener más de 50 plazas", aunque aseguró que en "la residencia de la Bola Azul no se pierde dinero". La razón por la que ninguna empresa se haya presentado al concurso público para su concesión administrativa, según apuntó, es consecuencia de la cláusula de subrogación, que entre otras cosas recoge el incremento en los salarios.