Almería.- Innova.- La primera planta desaladora de energía solar ofrece una capacidad de tres metros cúbicos/hora

ALMERIA 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Plataforma Solar de Almería del Ciemat y la Estación Experimental de Cajamar presentaron hoy el proyecto Aquasol, un prototipo de la primera planta desaladora que utiliza para su funcionamiento energía solar con una capacidad de tres metros cúbicos/hora y un campo solar de 500 metros cuadrados.

En rueda de prensa, el investigador de la Plataforma Solar de Tabernas (Almería), Julián Blanco detalló que la tecnología usada en esta nueva desaladora que "todavía no es comercial", ubicada en las instalaciones de la citada plataforma, es la destilación térmica multi-fecto (MED) y, a su vez, destacó que el valor añadido de este prototipo es que "no produce salmuera, el principal problema medioambiental que plantea la desalación de agua de mar".

Blanco consideró que esta planta tiene un componente tecnológico y medioambiental "muy atractivo". En este sentido, señaló que puede funcionar sólo con energía solar o combinada con una bomba de calor para maximizar la utilización del recurso solar disponible.

Se pretende así demostrar las ventajas de la capacidad de carga variable de la bomba de calor frente al uso de la termo-comprensión en plantas de cogeneración de agua desalada y electricidad. El prototipo de secadero solar avanzado se ha construido en la isla griega de Lesbos, utilizando una estructura similar a un invernadero. Se trata de un sistema "sencillo" y "robusto", que permite un "mayor rendimiento energético mediante la incorporación de energías renovables". Como novedad, se ha planteado un proceso de absorción de calor que mejora la eficiencia utilizando un campo de colectores solares para alimentar térmicamente la planta. Además, se ha diseñado un sistema de secado solar para la producción de sal, eliminando así los residuos de salmuera que se generan.

Una evaluación económica preliminar apunta a la rentabilidad de esta tecnología mejorada a partir de un volumen de producción de unos 3,5 hectómetros cúbicos al año, con la ventaja adicional de que la incorporación de energía solar permite "reducir las emisiones de CO2 al medio ambiente".

Por su parte, Manuel Collares del Instituto Nacional de Engenharia e Tecnología Industrial de Lisboa aseguró que "estamos en un mundo donde la energía, que hasta hoy es barata, en un futuro será muy cara". Un hecho, que "ignoramos, pero que cambiará provocando que las alternativas renovables sean más competitivas".

AGRICULTURA y RENTABILIDAD

Con respecto al uso de esta primera planta desaladora para la agricultura, los partícipes de este proyecto --la Plataforma Solar de Almería del Ciemat, la Estación Experimental y el Instituto de Estudios de Cajamar y la colaboración de otros centros de investigación españoles y europeos--, afirmaron que es algo "inviable", ya que sólo funcionaría con una agricultura "muy productiva".

Una estimación económica basada en un estudio preliminar de Cajamar refleja que, en la situación tecnológica actual, la rentabilidad de una instalación de este tipo a escala real comenzaría a partir de unos 10.000 metros cúbicos diarios de producción, teniendo en cuenta un funcionamiento híbrido con un 50 por ciento de la energía de origen solar.

Los beneficios para el medio ambiente vienen dados por la reducción en las emisiones de CO2. El uso de energía solar permitiría una reducción anual del orden de 14.000 toneladas de CO2. Con las cotizaciones actuales de las bolsas de intercambio de derechos de emisión, este volumen se valora en 350.000 euros, lo que supondría un ahorro por metro cúbico de agua desalada de 0,1 euros frente a la tecnología MED convencional.

El proyecto ha sido financiado por la Comisión Europea a través de su V Programa Marco en el sector Energía, Medioambiente y Desarrollo Sostenible. Es una colaboración entre centros de investigación de España, Portugal y Grecia, liderada por la Plataforma Solar de Almería y con la participación del grupo Abengoa, Cajamar y la comunidad de regantes Cuatro Vegas.

Por su parte, Benard Denore de la Comisión Europea quiso señalar que durante el periodo 2002-2006 ésta, apoyada en su Dirección General de Investigación, ha definido en sus convocatorias para financiar proyectos propuestas y acciones específicas relacionadas con el problema de la escasez de agua con el objetivo de reducir su impacto.