La hija de 12 años de mujer asesinada en Pulpí señala a su tío y deja dudas sobre el otro acusado

Actualizado: viernes, 28 mayo 2010 18:22

Asegura que su madre se llevaba mal con Alfonso O.E. "porque siempre le pedía dinero y la amenazaba"

ALMERÍA, 28 May. (EUROPA PRESS) -

La hija de 12 años de María Dolores P.F., la mujer asesinada en septiembre de 2006 en su domicilio de Pulpí (Almería), señaló hoy ante el jurado popular al principal acusado, Alfonso O.E., como la persona a la que vio en la mañana en la que se cometió el crimen acompañado de otro hombre, a quien identificó como un "primo segundo" de su madre que días antes había recogido de su casa, junto a una tercera persona, varios perros.

Durante la quinta sesión de la vista oral, la pequeña, quien respondió a las preguntas de las partes por videoconferencia en una sala contigua a la que alberga el tribunal, no dio el nombre de José Antonio P.F., quien junto a Alfonso --ex marido de una hermana de la víctima-- enfrenta una petición fiscal de 16 años de prisión, y describió a la persona que acompañaba a su "tito" como "rubio, alto, con el pelo corto y los dientes grandes".

Según el relato de los hechos facilitado durante la exploración judicial, estaba durmiendo junto a su hermana pequeña y su madre cuando se despertó al "oír portazos en la pared". Pese a que no bajó hasta la primera planta, sí pudo ver a su madre "llorando en la cocina" y a Alfonso O.E. junto "a un primo segundo de mi madre" que le "chillaba mientras le pedía dinero".

La niña, que en el momento del crimen contaba con apenas ocho años de edad, afirmó que, entonces, le preguntó a su tío, quien cerraba en ese momento la puerta del baño, qué pasaba sin que éste le contestase. "Mi madre dijo que no iba a llorar más", aseguró para después especificar que la oyó gritar varias veces el nombre del principal acusado. Al otro sujeto "lo vi sólo una vez andando por el pasillo".

A preguntas de la defensa, precisó que, en contra de lo sostenido por ambos acusados, su padre "no estaba en casa" y que su madre se llevaba "mal" con Alfonso O.E. quien "siempre le pedía dinero y le amenazaba con que, si no se lo daba, la iba a matar". Aludió, en esta línea, a que el segundo individuo al que vio en el interior de la vivienda vestía "ropa oscura" si bien afirmó no acordarse de haberle dicho al vecino poco después de que se cometiera el crimen que "había visto a un hombre blanco con la cara negra pegar a su mamá".

AMONESTACIÓN A LAS PARTES

Tras el testimonio de la pequeña y de dos agentes de la Guardia Civil, que confirmaron la presencia de sangre y restos biológicos de la víctima en la ropa y efectos personales de los acusados aunque no la presunta arma homicida, la vista entró en una farragosa fase documental por la que el magistrado, Jesús Martínez Abad, decidió suspender el juicio hasta el lunes no sin antes amonestar por su "evidente inactividad y poca diligencia" a las partes implicadas en el proceso.

En concreto, y tras recriminar a la fiscal, las defensas y la acusación particular que su labor "desgraciadamente la haya tenido que estar supliendo este tribunal", el juez emplazó a una sexta sesión el visionado de los 55 minutos de imágenes que contienen la reconstrucción judicial que se hizo de los hechos, así como las conclusiones y el trámite de informes.

Durante la primera sesión del juicio, Alfonso O.E, en prisión provisional, alegó que el marido de la víctima le "tendió una trampa" después de que le descubriese a ella que le era supuestamente infiel. En su declaración ante la Guardia Civil dijo, sin embargo, haber sido el autor de la muerte de su cuñada para meses después, ya desde la cárcel, implicar al otro acusado en dos cartas remitidas a la que por entonces era su esposa y hermana de la fallecida

Ambos reconocieron, eso sí, haber estado juntos desde la tarde anterior al 27 de septiembre de 2006 en un bar de Huércal-Overa, donde consumieron alcohol y cocaína. José Antonio P.F. sostiene, sin embargo, que dejó a Alfonso O.E. para regresar a su casa a las 03,30 horas, un extremo que solamente corrobora su padre y que su defensa intenta justificar con una llamada que se realizó media hora antes desde una cabina telefónica ubicada a apenas 100 metros de su domicilio.

HECHOS

Alfonso O.E. y José Antonio P.F. se enfrentan a una petición fiscal total de 32 años de prisión por degollar presuntamente en 2006 a su cuñada y prima, respectivamente, en su domicilio de Pulpí (Almería).

Según el escrito de calificación fiscal, los dos degollaron a María Dolores P.F., de 35 años, después de propinarle una paliza en la cocina de la vivienda en la que residía, ubicada en la calle Los Manchos de Pulpí y a la que ella les dejó entrar tras tocar a la puerta a las 06,00 horas "debido a su condición de allegados".

Tras la paliza, uno de ellos, que no precisa el Ministerio Público en su escrito, cogió un cuchillo de cocina de 18 centímetros de hoja y le asestó "cinco pinchazos" que le afectaron a varias partes de la zona cervical para, finalmente, causarle una herida incisa en el cuello de más de 16 centímetros de largo y 2,5 de profundidad que derivó en su muerte, de la que también responsabiliza al que la presenció.

El cuerpo sin vida de María Dolores P.F., a quien los acusados agredieron cuando estaba en una "situación de total indefensión" y aprovechándose "de la superioridad numérica y física", presentaba "numerosas contusiones y hematomas, además de la rotura de los huesos propios de la nariz".

El fiscal considera, además, que no tuvo "posibilidad alguna de pedir auxilio o escapar" por lo que interesa también que la cantidad a satisfacer en concepto de indemnización solidaria a las hijas --30.000 euros-- devengue intereses legales en dos puntos conforme al artículo 576 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.