La consejera de Agricultura en Andalucía, Carmen Crespo, se reúne con el presidente de Asempal, José Cano - JUNTA DE ANDALUCÍA
ALMERÍA 24 May. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, ha mostrado el "apoyo expreso" del Gobierno andaluz a los regantes almerienses que se manifiestan en Madrid contra la decisión del Gobierno de España de "recortar" el trasvase Tajo-Segura ante la modificación de reglas de explotación y aumento de los caudales ecológicos, así como "a los de las comunidades hermanas de Murcia y Valencia".
Así lo ha trasladado Crespo en declaraciones a los medios antes de mantener una reunión de trabajo con el presidente de la asociación de empresarios de Almería Asempal, José Cano, y con varios miembros de su directiva, quienes también han trasladado su posición en contra de estos "recortes" por sus efectos en la economía de la provincia.
Para la consejera, las medidas adoptadas por el Ministerio para la Transición Ecológica van "contra la solidaridad entre territorios", ya que considera que el Gobierno esté imponiendo "las decisiones políticas sobre las técnicas".
"No estamos dispuestos a este recorte en una cuestión como el agua, que es fundamental para los intereses económicos, sociales y medioambientales de Almería, una tierra seca muy afectada por el cambio climático", ha añadido.
La titular de Agricultura del Gobierno de Andalucía ha querido recordar que solo en el caso de Almería, el trasvase Tajo-Segura representa el 25 por ciento de toda el agua que llega a la provincia, que hace posible regar más de 23.000 hectáreas de cultivo y garantizar el abastecimiento de 130.000 vecinos del Levante almeriense. Con esta decisión, ha dicho Crespo, "se le están restando oportunidades a una tierra que necesita el agua para beber y para comer".
La consejera ha manfiestado además los "esfuerzos" de su departamento para dar nuevas posibilidades hídricas al campo almeriense. Crespo ha trasladado a la dirección de Asempal la futura utilización agrícola de las aguas regeneradas, con las que se van a generar "43,2 hectómetros cúbicos en las cuencas andaluzas, y en Almería, duplicar los ocho hectómetros cúbicos actuales".
"NO EXISTEN CONDICIONANTES TÉCNICOS"
El presidente de Asempal, José Cano, también se ha mostrado en contra de los cambios previstos por el Gobierno en relación al trasvase Tajo-Segura; unas modificaciones que para él responden a "cuestiones políticas" puesto que "no existen condicionantes técnicos" que den lugar a cambios en los caudales de trasvase.
"Miseria, legañas y esparto. Yo no quiero esparto para mi provincia, quiero la actividad agrícola que se está haciendo", ha dicho Cano, quien cree que los cambios podrían dar lugar una daño "irreparable" en la provincia, que precisa de otras "infraestructuras imprescindibles" porque el agua de riego alcanza ya unos "precios prohibitivos" para la agricultura.
Así, la Confederación Empresarial de la Provincia de Almería ha dado a conocer un manifiesto ante la modificación de las reglas de explotación y el aumento de los caudales ecológicos del trasvase para mostrar su "total respaldo a los agricultores, regantes y empresas del sector agroalimentario" de Almería al señalar que la merma de los aportes del trasvase "amenaza seriamente el empleo y la recuperación económica de la provincia".
"Los agricultores tienen una dependencia clara del trasvase y se encuentran sin alternativa ya que después de nueve años la desaladora de Villaricos, con capacidad de 20 hectómetros cúbicos al año, sigue sin repararse", han indicado en el documento, en el que afirma que el Gobierno central "deja a los regantes en el más absoluto abandono, sin infraestructuras y abocados a un precio del agua prohibitivo".
De este modo, apuntan que los recortes de agua "también tendrán consecuencias en el ámbito rural y en el medioambiente", mientras que el recorte de los caudales "compromete la competitividad de nuestro primer sector productivo, en unos momentos además en los que vive una fuerte competencia desleal exterior de terceros países, que juegan con reglas laborales, sociales, logísticas y de calidad alimentaria y sanitaria muy distintas a las que nos exigen la UE".
"Decisiones de calado político y no de eficiencia, erosionen nuestra capacidad de competir y crecer económica y socialmente ya que no existe ninguna justificación técnica ni medioambiental que avale la disminución de los aportes del Trasvase Tajo-Segura", han recalcado.