Tribunales.-TS anula la pena de 13 años de cárcel a un maltratador al creer que hubo "indefensión" en el juicio

Europa Press Andalucía
Actualizado: jueves, 10 diciembre 2009 19:13

ALMERÍA 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo (TS) ha declarado nulo y, por tanto, ha ordenado que se repita el juicio por el que la Audiencia Provincial condenó a casi trece años de prisión a vecino de Adra (Almería), de 59 años, como autor de un delito de maltrato habitual y otro de agresión sexual a su esposa al considerar que se vulneró su derecho constitucional de defensa por denegar la práctica de varias pruebas propuestas por el letrado que ejercía su defensa.

El Alto Tribunal apunta en su sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, que la Sección Tercera ocasionó una situación de "indefensión patente" al procesado cuando decidió restringir tanto el número de testigos citados a la vista oral como las actuaciones probatorias periciales y las documentales en las que se hacía referencia a la personalidad del acusado y la víctima, o al historial clínico de la mujer, respectivamente.

Señala, en esta línea, tras estimar parcialmente el recurso de casación interpuesto por la defensa y al que se adhirió el Ministerio Fiscal, que el tribunal no fue "razonable" al denegar por "reiterativa" y "superflua" la declaración de hasta cinco personas propuestas por el acusado, por lo que ordena la celebración de un nuevo juicio por magistrados diferentes a los que formaron sala de instancia al retrotraer las actuaciones al momento en que se no se admitieron las citadas pruebas.

La Audiencia Provincial de Almería condenó al procesado a doce años y diez meses de prisión por someter "agresiones e intimidaciones constantes" durante casi tres décadas de matrimonio a su esposa, a quien en, al menos, una ocasión violó hasta causarle lesiones y a la que amenazaba de muerte cada vez que ella intentaba poner fin a una relación "de terror", según definió uno de los tres hijos del matrimonio durante la vista oral.

En concepto de responsabilidad civil, el hombre, quien negó en todo momento los hechos ante el tribunal presidido por la magistrada Társila Martínez, debía indemnizar a su ex mujer con 9.000 euros y le quedaba vetado acercarse a ella durante 20 años a menos de 200 metros. El fallo se avino a la calificación de los hechos que elevó a definitiva el fiscal y rebaja en más de tres años la pena solicitada por la acusación particular.

La víctima, que ante el plenario aseguró que nunca denunció la situación antes de una agresión perpetrada en enero de 2008 "por miedo, vergüenza y por intentar mantener a la familia unida", fue objeto durante toda la vida en común con su ex marido de "vejaciones y maltrato físico y psíquico" pese a que algunos de sus allegados, con excepción de sus hijos, llegaron a asegurar que desconocían la situación por la que pasaban ya que parecían una pareja "feliz".

"SOMETIDA"

En la intimidad del domicilio conyugal, sin embargo, el procesado se dirigía siempre a su ex mujer con patadas, puñetazos y expresiones tales como que la "tenía que matar" o que si se le ocurría divorciarse "la iba a meter en un manicomio y no iba a quedar nadie de la familia". Sí no accedía a sus deseos, según recoge la sentencia en el apartado de hechos probados, intensificaba las agresiones como el día en que le colocó unas tijeras en el pecho porque ella se había negado a cortarle las uñas.

El fallo refleja también que le daba bocados en la espalda o que la obligaba en numerosas ocasiones a refugiarse en el cuarto de baño bajo pestillo para poder repeler sus golpes. La situación de sometimiento extremo en el que vivía la víctima se intensificó en diciembre de 2006 cuando el procesado, "guiado por un ánimo libidinoso" irrumpió a media tarde en el dormitorio que era de ella desde hacía cuatro años y la forzó a mantener relaciones sexuales después de un forcejeo en el que le arrancó la ropa con violencia para luego dejarla sobre la cama con la frase "ahí te quedas, he hecho lo que quería".

Como consecuencia de la brutal agresión, la mujer sufrió graves lesiones en la zona genital que, según relató ante la sala, ella misma se curó en su domicilio por "miedo y vergüenza" a que se supieran un hechos que si contó al menor de sus hijos, quien también presenció el que, a la postre, sería el último episodio de violencia cuando, con "evidente deseo de causar temor y desasosiego" en su ex mujer, le amenazó de muerte.

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