CÁDIZ, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Cultura, Rosa Torres, presentó hoy en Cádiz la culminación del trabajo realizado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) en la restauración de dos pinturas sobre tabla tituladas 'El Prendimiento' y 'La Coronación de Espinas', datadas en la primera mitad del siglo XVI y pertenecientes a la escuela toledana. Ambas obras permanecerán expuestas de forma permanente en el Museo Catedralicio de la capital gaditana.
En rueda de prensa, Torres explicó que, durante muchos años, estas obras fueron atribuidas a Juan de Borgoña y a Juan Correa de Vivar. Sin embargo, las investigaciones del IAPH dieron "sorpresas sobre la autoría", apuntando a que fueron ejecutadas por un discípulo cercano a Juan de Borgoña, cuyo nombre podría ser Francisco de Comontes, que fue pintor oficial de la Catedral de Toledo desde 1547 hasta su fallecimiento en 1565.
Según explicó Gabriel Ferreras, historiador del IAPH, la posible atribución a Commontes se basa en los análisis estilísticos y morfológicos de las tablas, aunque aún están pendientes de realizar algunos análisis de las tablas y los materiales para poder confirmar la autoría y el origen del retablo.
Atendiendo a la indumentaria de las figuras de las obras pictóricas, podrían situarse en la época del emperador Carlos V y señaló que el personaje que entrega el cetro al cristo de 'La Coronación de Espinas' podría ser "probablemente" el príncipe Felipe, el futuro rey Felipe II.
En 'El Prendimiento' se representa el momento en el que Jesús está siendo prendido por los soldados. También comprende la escena de El Beso de Judas, que alude a la traición de este apóstol. Además, San Pedro aparece cortándole la oreja a Malco el Romano, para proteger a su Maestro.
Por otro lado, en la tabla 'La Coronación de Espinas' se representa a Cristo entronizado en un estrado y con la corona de espinas que dos soldados le encajan sobre la cabeza con unos palos de madera entrecruzados. Está vestido con una clámide de color púrpura y sujetando entre las manos un cetro de caña, que le entrega un tercer personaje arrodillado junto a él.
Por su parte, Rocío Magdaleno, restauradora de las tablas, explicó que estaban "muy dañadas" debido al paso del tiempo y, sobre todo, a intervenciones anteriores, que habían provocado "daños en el soporte que repercutieron en la capa pictórica".
Así, la restauración --que contó con un presupuesto de la Consejería de 53.500 euros y tuvo una duración de 24 meses-- se basó en la eliminación de las intervenciones anteriores y, en la capa pictórica, "encontrar el aspecto estético para llevar la obra a su origen", mediante repintes que estaban "muy alterados" y la eliminación de barnices oxidados que oscurecían las pinturas.
Finalmente, la consejera resaltó la labor realizada por la Junta de Andalucía en la protección del patrimonio, que constituye una de sus máximas prioridades, "con independencia de su titularidad" porque estos bienes "forman parte del acervo colectivo de todos los andaluces y andaluzas".
