Cádiz.- Ricardi dice que "lo peor" es que "después de tantos años, todavía nadie" le ha pedido perdón

Actualizado: martes, 29 julio 2008 15:18

CÁDIZ, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -

Rafael Ricardi, en libertad tras cumplir 13 años de cárcel por una violación que no cometió, manifestó hoy que "lo peor" es que "después de tantos años, todavía nadie" le ha pedido perdón, aunque aseguró que no se sentía "cabeza de turco", que creía en la justicia y que "sabía que algún día este caso se podía solucionar".

En rueda de prensa, Ricardi señaló que desde que salió de la prisión de Topas, en Salamanca, no ha podido descansar mucho y manifestó que para él "todo es nuevo", todo le "asusta" y todo le "parece raro". Además, afirmó que durante estos 13 años lo habían "pasado mal" él y su familia, "porque todo el mundo la ha señalado por algo" que no había hecho.

En cuanto a las informaciones dadas por la Policía sobre que en la fecha que fue detenido era un toxicómano que vivía debajo de un puente, Ricardi aseguró que "tampoco estaba tan mal". Asimismo, aseguró que no conoce a ninguno de los dos acusados ahora por la violación por la que él fue encarcelado, así como que tampoco conoce a la víctima. En este sentido, manifestó que reconocía que era una víctima, al igual que él.

Finalmente, relató que cuando se reencontró con su hija se le "cayeron dos lágrimas muy grande, porque fue señalada con el dedo por algo que no pasó". Finalmente, manifestó que "siempre" había dicho que él no había sido el autor de la violación por la que lo condenaron.

En este sentido, el abogado de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A), Juan Domingo Valderrama, señaló que durante los últimos meses, desde que se conoció la detención de otras dos personas y se comenzó a revisar la causa de Ricardi, se habló de que Rafael Ricardi se autoinculpó hasta por dos veces.

En cuanto a tal extremo, explicó que esas declaraciones de autoinculpación se produjeron una vez que Ricardi ya había sido condenado y estaba en prisión, dentro de las investigaciones realizadas por la Policía al producirse nuevas violaciones después de que ya el ahora ex preso estuviera encarcelado.

Valderrama señaló que "en este país para que un preso pueda tener beneficios penitenciarios es necesario que asuma su delito" e indicó que la declaración realizada ante la Policía en la cárcel salmantina "tiene muchas contradicciones en hechos e incluso en personas". Asimismo, manifestó que en la posterior declaración en el juzgado de El Puerto, "llega a decir que no recordaba nada, pero que si le iban recordando él iba diciendo". Por ello, afirmó que "mantener que se autoinculpó es para enfadarse mucho".

El letrado de APDH-A calificó el caso como "muy desgraciado y lamentable", así como que se trata de "un error muy grave". En este sentido, manifestó que el sistema judicial y policial "aunque no es malo, es muy mejorable", ya que "la justicia al ser humana puede equivocarse". Además, se quejó de que "nadie ha pedido todavía disculpas" y afirmó que la sentencia que condenó a Ricardi en 1996 "es injusta y debe dar lugar a la reflexión".

Valderrama señaló que a Ricardi se le condenó por el reconocimiento de la víctima, "cuando la víctima nunca vio el rostro" de sus agresores "y la primera vez que vio la cara de Ricardi fue en la fotografía que le enseña la Policía", así como porque el informe del Instituto Nacional de Toxicología "no descartaba" que hubiera sido él, "pero tampoco lo afirmaba".

El abogado aseguró que "más allá de las responsabilidades personales", lo que le "preocupa es que no hay un reconocimiento de estos despropósitos" y manifestó que "decir que el sistema judicial funciona es una barbaridad, al igual que decir que fue un error policial", ya que se preguntó que "entonces para qué están el fiscal y el juez".

PRESENTADO EL RECURSO DE REVISIÓN

Por su parte, la abogada de Ricardi y miembro también de APDH-A, Antonia Alba, indicó que el pasado día 18 presentaron ante el Tribunal Supremo el recurso de revisión del caso. Asimismo, se quejó de que la Fiscalía haya dicho que la instrucción del caso fuera "ejemplar".

La abogada manifestó que "ahora mismo no interesa la indemnización que pueda obtener, porque nadie puede pagar 13 años de prisión", por lo que señaló que "sólo que se pidan disculpas públicas".

Asimismo, también se quejó del trato recibido en los últimos días una vez que ya se sabía que Ricardi era inocente y seguía en la cárcel, ya que manifestó que el tratamiento que le dieron fue "como el de cualquier preso que ponen en libertad condicional, ponerlo en la puerta de la cárcel con un billete, sin tener en cuenta nada más", además de los requisitos que les pidieron a última hora, donde un funcionario le "llegó a decir que el caso era uno más, igual que el de otros presos".

Finalmente, la hija del ex recluso, Macarena Ricardi, manifestó sentirse "muy feliz" y aseguró que estaba "enseñándole cosas nuevas" a su padre, que quería "llevarlo a todos los sitios a que él disfrute" y que estaba disfrutando todo lo que no había podido hacerlo durante estos años. En cuanto al hecho de haber sufrido el "señalamiento" de la gente por la calle, manifestó que "siempre te conocen por la hija de, pero ahora mi padre y la familia puede ir con la cabeza muy alta".