CÁDIZ 28 May. (EUROPA PRESS) -
El Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia participa por primera vez en la Feria del Atún, que se celebra hasta el domingo en Barbate (Cádiz), con un stand en el que se plasma la historia de las salazones en la ciudad hispanorromana de Baelo Claudia.
En declaraciones a Europa Press, la delegada provincial de Cultura de la Junta en Cádiz, Yolanda Peinado, ha destacado la importancia del atún en Barbate y en toda la provincia, por lo que es "una satisfacción colaborar para el impulso de esta industria aportando un punto de vista diferente y original, como es la pesca del atún desde una perspectiva histórica".
Por otro lado, es una "apuesta importante" para promocionar el turismo cultural y también "darle difusión a la ciudad hispanorromana de Baelo Claudia y a su importancia pasada, presente y futura". Cabe recordar que el conjunto de Baelo Claudia está gestionado por la Consejería de Cultura.
Sobre el stand, ha explicado que en él se plasma la historia de las salazones en la ciudad hispanorromana con paneles con textos, escenografía con ánforas, sal y con un audiovisual sobre las salazones y la ciudad de Baelo Claudia, entre otros elementos.
Además, el director del conjunto arqueológico, Ángel Muñoz, pronuncia a partir de las 13,00 horas de este sábado la conferencia 'La pesca y las conservas en el litoral gaditano en época fenicia y púnica. El origen de las salsas y las salazones'; mientras que José Ángel Expósito, arqueólogo del área de difusión del conjunto, abordará el domingo 'La factoría de salazones de la ciudad hispanorromana de Baelo Claudia'.
EL ATÚN DESDE LA ANTIGÜEDAD
La temática del stand refiere que el Estrecho ha sido desde siempre zona de tránsito de gran variedad de especies marinas. La explotación de esos recursos del mar en la Antigüedad --principalmente la pesca del atún--, generó una "floreciente y próspera" industria pesquera tanto en Baelo Claudia como en otras ciudades de la costa sur peninsular.
Estos centros industriales o 'cetariae' romanos se dedicaban a la captura y el despiece de pescado para su posterior comercialización, así como a la fabricación de salsas y salazones que alcanzaron una alta consideración en todo el Imperio Romano.
Las factorías de salazones de Baelo Claudia son las mejor documentadas del Mediterráneo occidental, tanto en dimensiones como en la entidad de sus estructuras. El producto más apreciado y caro que se elaboraba en las factorías era una salsa conocida con el nombre de 'garum', elaborada con restos de especies como el atún o el esturión.