LA GUARDIA (JAÉN), 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las obras para la reconstrucción de la cripta del antiguo convento de los dominicos, un edificio del siglo XVI que en gran parte fue construida por Andrés de Vandelvira y está catalogado como monumento histórico y bien de interés cultural (BIC), comenzarán después de las fiestas navideñas.
Así lo ha indicado este miércoles a Europa Press el párroco, Manuel Alfonso Pérez, quien ha explicado que, a pesar de conocerse el dictamen favorable de la Comisión de Patrimonio de la Delegación de Cultura sobre el proyecto de intervención, "no ha sido hasta hoy" cuando han recibido la comunicación oficial.
Por ello y teniendo en cuenta que este jueves es Nochevieja y le seguirá el festivo de Año Nuevo y el fin de semana, la actuación en el templo "comenzará ya después de estas fiestas navideñas", aunque sin dar fecha concreta.
Junto a la luz verde de la citada Comisión, las obras se pueden llevar a cabo gracias también al acuerdo alcanzado entre Aqualia, el Ayuntamiento y el Obispado para sufragar los 24.000 euros en los que se han tasado. La restauración de la cripta está pendiente desde que el pasado mes de septiembre se hundiera por el efecto de la rotura de una tubería y la consiguiente acumulación de agua.
El alcalde de La Guardia, Juan Morillo, precisó la semana pasada que ese acuerdo pasa por que Aqualia, como empresa concesionaria del servicio de abastecimiento de agua, sufragará el 50 por ciento de la intervención, mientras que el otro 50 por ciento quedará repartido a partes iguales entre el Consistorio y el Obispado, que es el propietario del edificio.
Se trata, según dijo, de una intervención "pequeña y relativamente sencilla" que devolverá la iglesia a su estado original y que está previsto que se ejecute menos de un mes. En este sentido, añadió que la previsión es terminarla "para el próximo 20 de enero cuando celebremos el patrón de La Guardia".
El ahora templo parroquial permanece cerrado al culto desde el 19 septiembre, cuando se percibió cierta depresión en el suelo. "Pensábamos que sería cosa sólo del actual suelo, ya que por debajo hay otro sobre el que en los años 60 se instaló el que pisamos ahora, pero al levantar la tapa de la cripta todo estaba lleno de agua", explicó en su momento el párroco.
Por ello, se avisó al arquitecto del Obispado así como a otro profesional miembro de la parroquia y contactaron con Aqualia para determinar su origen. Tras comprobar que no estaba en la conexión interna, se buscó en los alrededores hasta localizarla a unos 40 metros de distancia en una tubería de la calzada que lleva hasta el templo.
Además, se informó de lo ocurrido a la Delegación de Cultura, cuyo arquitecto, junto con los citados, revisaron el edificio por si había alguna otra alteración, algo que finalmente se descartó. Así las cosas, se elaboró un proyecto de actuación para su recuperación sobre el que Cultura se ha pronunciado favorablemente a través de la Comisión de Patrimonio y que comenzará pasada la Navidad.
