Actualizado 04/02/2012 12:48

La Junta espera comenzar a restaurar el Puente Mocho en marzo, con mayor facilidad para drenar el río

JAÉN, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Junta de Andalucía confía en que la rehabilitación del Puente Mocho, situado sobre el río Guadalimar entre Beas de Segura y Chiclana de Segura, en la provincia de Jaén, pueda comenzar el próximo mes de marzo, puesto que la intervención requiere antes el drenaje y desvío parcial del río, una tarea que se verá facilitada al dejar a atrás las lluvias que se suelen dar con más frecuencia en otoño e invierno.

Así lo ha manifestado a Europa Press Moisés Muñoz, delegado provincial de Medio Ambiente área del Gobierno autonómico que, junto al Ayuntamiento beatense, apoyado a su vez por fondos de la Diputación, costeará los 64.000 euros que supondrá la actuación para evitar el derrumbe del puente, una implicación que se debe a su tradicional uso como vía pecuaria.

"Es verdad que tiene un alto grado de deterioro, sobre todo, en una de las partes, razón por la que se impulsó de urgencia un proyecto para su adecuación y conservación. Ya está redactado y, de hecho, tiene adjudicada la obra a una empresa de Beas", ha destacado.

No obstante, para acometerlo es necesario antes el drenaje y desvío del Guadalimar porque el apoyo de la bóveda más dañada, en el lado derecho, tiene cinco metros de profundidad que el agua ha ido excavando. Por ello, en previsión de un otoño lluvioso, como los últimos, se decidió esperar por seguridad, si bien "es cierto que no se han producido tantas precipitaciones como se esperaba", según ha explicado Muñoz, quien ha precisado que "ahora es el peor momento" para llevarla a cabo.

El delegado ha recalcado que se apostó por esta opción en pro de las mejores condiciones para desarrollar los trabajos de rehabilitación, que supervisa Cultura al tratarse de un BIC. El proyecto ha tenido en cuenta los resultados de la planimetría y los estudios topográficos que se han realizado en el puente para contar con una "información real sobre sus características y su estado actual".

Antes de cualquier otra cosa, es necesario drenar el río aguas arriba y desviarlo parcialmente para dirigir su paso por el puente en el lado menos dañado. Igualmente, se requiere limpieza de vegetación y un importante movimiento de tierras dado el "gran desnivel que existe entre el talud y el margen", de forma que la maquinaria pueda entrar con total seguridad.

Una vez terminada esa fase previa, las obras se centrarán en el apoyo de la bóveda derecha, que está prácticamente perdido, con la cimentación y apuntalamiento mediante una estructura metálica. Además, habrá que recalzar la zona, que está "muy afectada por la erosión", con un nuevo apoyo consistente en una "gran zapata de hormigón" que sirva de pantalla del agua, para, posteriormente, reponer la sillería. "Creemos que en marzo, con el final del invierno y la inminente primavera se podrá ya trabajar en el Puente Mocho", ha apuntado Muñoz.