ALMERÍA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Silestone ha celebrado entre los días 9 y 10 de marzo en la sede de la compañía y en el Palacio Provincial de la Diputación talleres y charlas contra el despilfarro de alimentos con el objetivo de sensibilizar e involucrar a sus empleados y a los consumidores.
De la mano de la microbióloga Maite Pelayo, portavoz del Instituto Slestone y del doctor Alejandro Bonetti, director adjunto del Aula Dieta Mediterránea y Vida Saludable de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Andalucía Oriental, Ceuta y Melilla (Ramao), los asistentes a los talleres han podido conocer de primera mano las consecuencias del desperdicio de alimentos y cómo se puede evitar el despilfarro en el hogar, según ha indicado la Diputación en una nota.
El objetivo de estos talleres es sensibilizar sobre este asunto para "conocer las razones por las que, muchas veces sin ser conscientes, desperdiciamos los alimentos y proporcionar herramientas para evitar que los alimentos terminen en la basura".
La diputada de Promoción Agroalimentaria, María Luisa Cruz, ha dado la bienvenida a los asistentes y ha agradecido a Cosentino y a la Fundación Silestone la elección de este escenario. "Desde 'Sabores Almería' tenemos una apuesta fundamental por la promoción de los productos que proceden de la cuna de la dieta mediterránea", ha explicado.
Además, ha dado la enhorabuena por una iniciativa que "contribuye a evitar el despilfarro y cuidar nuestro medio ambiente" y que responde a los "valores de sostenibilidad de las más de 100 empresas que proceden de pequeños municipios y que tienen un carácter familiar, artesano y que apuestan por productos de cercanía".
Por su parte, el secretario general del Instituto Silestone, Santiago Alfonso, ha felicitado a la Diputación por los "200 años de su constitución ofreciendo cobijo y respaldando a los almerienses" y ha explicado que entre los objetivos de este foro creado en 2006 se encuentra el fomento de los hábitos saludables.
"Estamos convencidos que fomentando los hábitos de vida saludable desde la convicción de que el fomento de estos hábitos aporta felicidad, calidad de vida y sociedades longevas e ilusionadas con el oficio de vivir", ha dicho.
La portavoz científica del Instituto Silestone, Mayte Pelay, ha asegurado que "el despilfarro de alimentos es un problema ético, socioeconómico y medioambiental que provoca la pérdida del valor de los alimentos" y ha situado el foco en reto de reducirlo a la mínima expresión".
Por su parte, Bonetti ha recordado que más de 500 millones de europeos comen productos agroalimentarios de Almería, de modo que "uno de cada tres europeos comen a diario productos del campo almeriense. Cerca del 50 por ciento de los productos que se despilfarran corresponden a la dieta mediterránea, concretamente un 33 por ciento de frutas y un 14 por ciento de verduras".
"Con este desperdicio estamos contribuyendo a despilfarrar y arrojar a la basura elementos esenciales de la Dieta Mediterránea", ha manifestado.
La organización ha recordado que "el despilfarro de alimentos es un grave problema con implicaciones éticas e importantes repercusiones en el ámbito socioeconómico y medioambiental que no son muy compatibles con un modo de vida mínimamente sostenible".
Según han asegurado, uno de cada tres alimentos termina en la basura y aunque el despilfarro se produce en todos los eslabones de la cadena alimentaria, "los estudios demuestran que es en el hogar dónde el desperdicio es más importante".
Por ello, según han abundado, "es en el consumidor final en quién deben centrarse muchos de los esfuerzos, tratando de informar y formar mediante acciones divulgativas de concienciación, involucrándole en un problema que nos afecta a todos".
