SEVILLA 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Andalucía ha recomendado a los consumidores que programen sus compras durante el período de rebajas y que exijan siempre la factura porque será necesaria en caso de reclamación y para realizar cualquier devolución.
Asimismo, informó en una nota de que la Junta comenzará mañana la campaña de inspección para garantizar los derechos de los consumidores andaluces en este periodo especial de ventas. De esta manera, la Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud efectuará controles en más de 650 establecimientos de toda Andalucía.
Como en años precedentes, en las últimas semanas los inspectores de la Junta ya han visitado comercios dedicados a la venta de calzado, textiles y electrodomésticos, y han solicitado albaranes para comprobar qué productos se comercializan, de manera que se facilite la detección, por ejemplo, de productos que sean comprados expresamente para venderlos en la época de rebajas, algo que está prohibido por la normativa. Esta labor de comprobaciones previas posibilita también verificar con mayor agilidad si se ha producido una efectiva disminución del precio en los productos ofertados.
Entre el 1 de julio al 31 de agosto los inspectores de la Junta realizarán una serie de comprobaciones de acuerdo con un protocolo definido para este periodo. Así, además de constatar que los precios de los productos han experimentado una disminución y han estado a la venta con anterioridad a las rebajas, se revisará si se admiten los medios de pago habituales y si se permiten devoluciones.
Del mismo modo, se verificará si los establecimientos disponen de horario de apertura y cierre, si se anuncia la venta en rebajas y si se indican las fechas del inicio y el final de este periodo.
Igualmente, se revisará si las tiendas tienen como mínimo el 50 por ciento de sus productos con descuentos, ya que deben cumplir este requisito para que se considere que efectivamente están de rebajas y así lo puedan anunciar. Los productos deben conservar su precio habitual y el precio rebajado o, si se trata de un conjunto de artículos, el porcentaje de reducción aplicable.
Además, en el caso de que las rebajas no afecten a la totalidad de los productos comercializados, los inspectores comprobarán si los artículos rebajados están debidamente identificados y diferenciados del resto. Otro de los elementos en el que se detendrán los técnicos de la Junta es en verificar si aparecen debidamente separados los productos en rebajas y los de saldos o que estén en liquidación, en el caso de que los haya en un mismo establecimiento.
Los productos deben tener la misma calidad que el resto del año, ya que el periodo de rebajas no debe suponer una merma en la calidad y no se pueden ofrecer artículos deteriorados o artículos expresamente elaborados para esta etapa.
COMPRA RACIONAL
La Junta ha recomendado programar las compras en periodo de rebajas para no adquirir productos innecesarios, de manera que esta etapa pueda convertirse en una oportunidad real para las personas consumidoras adecuada a sus necesidades reales.
La Consejería de Salud, a través de su Dirección General de Consumo, ha distribuido más de 15.000 folletos sobre el periodo de rebajas para difundir información fundamental sobre los derechos de los consumidores en esta época especial de venta. Dicho material divulgativo se ha repartido entre las asociaciones empresariales, las delegaciones provinciales de Salud y las juntas arbitrales para que su difusión sea lo más extensa posible.
UNO DE CADA DIEZ ESTABLECIMIENTOS INCUMPLE
Sólo uno de cada diez establecimientos comerciales andaluces vulneró alguna de las normas de protección de las personas consumidoras durante las rebajas de verano de 2009 en nuestra comunidad autónoma. Así se desprende de los resultados de la campaña de control llevada a cabo por los inspectores de Consumo en dicho periodo.
En concreto, el nivel de incumplimientos disminuyó respecto al año anterior y se situó en el diez por ciento, ya que de las 926 actuaciones inspectoras llevadas a cabo en el verano de 2009, se levantaron un total de 95 actas positivas por detectarse algún tipo de irregularidad.
Este grado de infracciones se sitúa tres puntos por debajo del registrado el año 2008, que fue del 13 por ciento, con lo que se consolida la tendencia a la baja de los últimos años en vulneración de las normas de Consumo por parte de los establecimientos.