SEVILLA 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
La directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Soledad Pérez, ha reivindicado este miércoles la educación como instrumento para salir de la pobreza y para crear una futura sociedad más igualitaria. Así lo ha destacado durante su participación en el acto central de la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME), organizada por la Campaña Mundial por la Educación (CME), una coalición internacional formada por ONG, sindicatos del entorno educativo, centros escolares y movimientos sociales de muy diverso signo que reclaman el acceso a una educación de calidad en todo el mundo. Según recuerda esta coalición, en la actualidad hay 69 millones de niños y niñas sin escolarizar y 759 millones de personas adultas no tienen competencias básicas de lectura.
Para la directora del IAM, la campaña de este año cobra "especial importancia" por estar relacionada con la educación de las niñas y mujeres. Así, bajo el lema 'La educación no es un cuento; por los derechos de las niñas y las mujeres', la CME recuerda que todavía los dos tercios de las personas adultas sin alfabetizar son mujeres y que, de los 69 millones de niños y niñas en todo el mundo sin escolarizar, el 54 por ciento son niñas.
Pérez también subrayó que la educación es una de las principales herramientas para salir de la pobreza, "pero también para lograr la igualdad de género", a través de la coeducación. En este sentido, según ha informado el IAM en un comunicado, incidió en que la educación en igualdad debe llevarse a cabo desde edades tempranas, donde ya aparecen los primeros síntomas de desigualdad y de potencial violencia. Así, recordó datos como que el 30 por ciento de las personas jóvenes conciben los celos como una expresión del amor, o el hecho de que, según el barómetro del CIS, el 35,6 por ciento de la juventud asume que, en caso de necesidad, sea la mujer la que deba sacrificar su trabajo remunerado para ocuparse de las tareas de cuidado y hogar.
Por ello, la directora del IAM consideró necesario que el sistema educativo "potencie la vida afectiva, la expresión emocional y, sobre todo, el respeto y la corresponsabilidad" en todos los ámbitos de la vida. "La importancia que el modelo coeducativo da al aprendizaje de emociones y sentimientos, así como su actitud crítica ante la desigualdad, ha demostrado que contribuye en gran medida a prevenir el problema de la violencia de género y a fomentar la igualdad real", resaltó.
En este sentido, Pérez puso como ejemplo el caso de Andalucía, donde la población andaluza escolarizada en los niveles que abarcan desde la Educación Infantil hasta la Educación Universitaria, se encuentra representada por sexo de forma equilibrada (con un ligero despunte de las mujeres a partir de la Educación Secundaria), y donde ese avance en materia de educación "ha llevado de la mano mayores oportunidades para las mujeres", logrando éstas una mayor participación política, empresarial y laboral. Así, concluyó que el avance en educación es casi siempre proporcional al avance en general de las mujeres.