MÁLAGA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El hombre de nacionalidad irlandesa acusado de matar a otro extranjero en un pub de la localidad malagueña de Mijas ha negado este lunes ante el jurado popular encargado de su enjuiciamiento los hechos de los que se le acusa y ha asegurado que no estuvo en el bar en el momento en el que se produjo la muerte del joven, aunque sí antes.
El acusado se enfrenta a una petición de 18 años de prisión por parte de la Fiscalía de Málaga, que le acusa, como la acusación particular, por un delito de asesinato y sostiene que un día de junio de 2010, tras una discusión con la víctima, sacó una pistola y la disparó primero dos veces y luego en repetidas ocasiones, tras lo que huyó del lugar.
El procesado, que llevaba tres años en España, ha dicho que no conocía a la víctima de antes. Sí ha admitido que estuvo en el bar ese día y que hubo un incidente con una chica y otro grupo de personas que estaba allí, pero ha negado que fuese porque intentara propasarse con ella. Tras este problema, ha declarado, prefirió marcharse solo del local.
Ha afirmado que se fue a una finca que tenía alquilada en Coín (Málaga), donde criaba caballos, y luego salió a un bar de dicha localidad, pero ha rechazado que volviera a Mijas y disparara a la víctima. Ha dicho que no tenía documentación a su nombre porque tuvo problemas con el juego en su país, que le obligaron "a cambiar de vida y venir a España", primero de vacaciones.
Preguntado por el fiscal por la visita de policías irlandeses para interrogarle sobre varios crímenes allí, ha dicho que le tomaron declaración para descartarlo. Además, ha dicho que ignoraba que hubiera armas de guerra en la finca. A su defensa, ha dicho que la situación que está viviendo es "horrible" y que no ha tenido otros problemas el tiempo que ha estado en España.
Según sostiene el fiscal en su escrito inicial, al que tuvo acceso Europa Press, el acusado se aproximó a la víctima cuando se encontraba en un pub de la zona de Mijas-Costa, donde poco antes ambos "habían mantenido una discusión" y "sin mediar palabra" y con "ánimo de acabar con su vida", sacó una pistola nueve milímetros parabellum "que llevaba oculta y disparó dos veces".
Entonces, según la acusación pública, la víctima cayó al suelo a causa de los impactos de bala, aunque el acusado, sigue el relato, "volvió a dispararle en repetidas ocasiones aprovechando que ya estaba tendido en el suelo y a escasamente un metro de distancia de su cuerpo", tras lo que abandonó apresuradamente el local. El fiscal lo acusa también por un delito de tenencia ilícita de armas.
A consecuencia de esto, señala el ministerio público en sus conclusiones provisionales, el joven fallecido, que tenía entonces 24 años y estaba soltero, sufrió numerosas heridas y murió instantes después debido al hemotorax "ocasionado al atravesar uno de los disparos el ápex pulmonar derecho, con la consiguiente insuficiencia respiratoria".
