Foto: EUROPA PRESS
VÉLEZ-MÁLAGA (MÁLAGA), 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Real Aeroclub de Málaga, que gestiona el aeródromo Leoni Benabú del municipio malagueño de Vélez-Málaga, en cuyo entorno se produjo el accidente de avioneta que este pasado agosto costó la vida a dos personas, ha decidido prohibir a los usuarios de sus instalaciones que sobrevuelen los grandes núcleos urbanos cercanos al recinto, y mantiene de momento la suspensión cautelar de los vuelos acrobáticos que se estableció este verano.
Así lo han decidido los 170 socios del aeroclub en una asamblea extraordinaria, en la que se han analizado los recientes accidentes ocurridos en los alrededores del aeródromo y se han aprobado una serie de medidas encaminadas a mejorar la seguridad de los vuelos, reducir las molestias que el tráfico aéreo ocasiona a los vecinos de la zona y seguir permitiendo el uso y disfrute de la aviación privada en la comarca.
El colectivo, que tras el último siniestro suspendió cautelarmente los vuelos acrobáticos sobre el recinto y sus alrededores, ha explicado en un comunicado que se ha acordado mantener dicha prohibición hasta que se cree una comisión de seguridad, integrada por un presidente, un instructor de vuelo y un piloto con acreditada experiencia, que "verifique las capacidades de los pilotos que practiquen la citada modalidad de aviación".
Una vez constituida dicha comisión, el vuelo acrobático se regirá por nuevas normas, de modo que la altura mínima para estas maniobras será de 750 metros sobre la vertical del aeródromo, obligando a las aeronaves a hacer sus operaciones a una altura muy superior a la actual, disminuyendo también el ruido. Además, estos vuelos estarán sujetos a un horario con el objetivo de no molestar a los vecinos en las horas centrales del día.
Al margen de lo referente a los vuelos de acrobacia, la asamblea ha establecido nuevos procedimientos para la entrada y salida de aeronaves del aeródromo, prohibiendo el sobrevuelo de los grandes núcleos urbanos cercanos al recinto y estableciendo el cauce del río Vélez como vía para acceder o alejarse del aeropuerto a la línea de costa.
En cualquier caso, recuerdan que la actual normativa de Aviación Civil permite a las aeronaves en vuelo visual volar a una altura mínima de 300 metros sobre poblaciones.
SANCIONES
La asamblea también ha acordado la celebración de jornadas de refresco y charlas sobre seguridad en las instalaciones al menos una vez al año, obligar a los pilotos a presentar y mantener actualizada la documentación de sus aparatos y establecer "unas nuevas y más estrictas" sanciones disciplinarias sobre la seguridad en vuelo, que, "incluso, podrían desembocar en la expulsión del socio-piloto que las incumpla de manera sistemática".
Pese a todas estas decisiones, que se añaden a las ya existentes de la normativa general de Aviación Civil y que persiguen "hacer más seguro, si cabe, el vuelo en la zona del aeródromo", el aeroclub ha dejado claro que cada piloto "será responsable en el aire del manejo de su aeronave, como lo es cada conductor del vehículo que circula por una carretera".
