MÁLAGA 24 May. (EUROPA PRESS) -
La intervención en Libia, la lucha contra la piratería y las reflexiones que surgen de la situación de Afganistán 10 años después de la operación militar son los tres temas sobre los que ha tratado la cuarta edición de las Jornadas sobre Defensa y Seguridad Internacional en el Siglo XXI, que se han celebrado este martes en el Rectorado de la Universidad de Málaga (UMA).
El evento, organizado por el Departamento de Ciencia Política, Derecho Internacional Público y Derecho Procesal y coordinadas por las profesoras Isabel Torres y Elena García, surgen del interés del fallecido decano de la Facultad de Derecho Alejandro Rodríguez Carrión de conmemorar el centenario de la Conferencia Internacional de La Haya, según ha recordado este martes García Rico.
La inauguración ha contado con la presencia del general de Brigada y director del Instituto Español de Estudios Estratégicos Miguel Ángel Ballesteros, quien se ha mostrado convencido de que la universidad es "el mejor foro de debate para profundizar en unos temas que antes sólo concernían al ámbito militar y que ahora se demuestran objeto de análisis multidisciplinar, dado que afectan a toda la sociedad".
Por su parte, el asesor de la rectora para Andalucía Tech, Víctor Muñoz, ha hecho referencia a "una nueva mirada sobre novedosos escenarios de conflicto" para valorar el contenido de estas jornadas, cuya conferencia inaugural, titulada 'La seguridad colectiva en el mundo contemporáneo', ha corrido a cargo del catedrático de Derecho Internacional Público y Doctor Honoris Causa por la UMA Juan Antonio Carrillo.
DIPLOMACIA
Así, catedráticos de distintas universidades españolas, periodistas y militares han participado en este encuentro, en el que Ballesteros ha manifestado que es "la diplomacia quien debe resolver el conflicto libio y hacer ver a su líder, Muamar el Gadafi, que su continuidad en el Gobierno es "imposible tras las masacres".
Según ha precisado, esa diplomacia "no debe partir tanto de la comunidad internacional como de la Unión Africana y la Liga de Países Árabes, organizaciones a las que pertenece Libia y que, por tanto, pueden ejercer mucha más presión sobre Gadafi".
Además de la diplomacia, Ballesteros ha hecho referencia hacia la disuasión a las tropas de Gadafi por parte de los militares como el segundo reto necesario para conseguir transformar la riqueza natural de Libia, "el segundo país productor de petróleo en el desarrollo cultural, social e institucional de su población".
En ese sentido, ha explicado que la estrategia militar de 14 países de la OTAN --entre ellos España--, Qatar, Suecia y Emiratos Árabes Unidos, se centra en proteger a la población y en evitar que lleguen armamento y mercenarios por mar.
Por otra parte, Carrillo ha destacado que la comunidad internacional "debe proteger a las víctimas de genocidios, crímenes contra los derechos humanos, limpiezas étnicas y violaciones de los derechos fundamentales". A este respecto, ha abogado por que los intereses políticos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se regulen "de alguna manera para evitar que se actúe en algunos países y en otros no, como es el caso de Siria".