MÁLAGA, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Premio Nobel de la Paz de 2003, Shirin Ebadi, ha asegurado este martes que la discriminación que sufren las mujeres es consecuencia de lo que denomina "cultura patriarcal", la cual hace referencia a la cultura "errónea y equivocada" que se hace en los distintos países.
Según ha explicado, hay quienes piensan que la base de las leyes "discriminatorias" hacia el colectivo femenino en países islámicos es el islam y para argumentarlo "hacen referencia a algunos versículos de El Corán", postura frente a la cual Ebadi se ha mostrado en desacuerdo.
A su juicio, éste se trata de un "problema" cultural más que religioso y que, derivado de una sociedad patriarcal, "lleva a hacer esas lecturas misóginas de unos textos que para nada tienen la carga contra las mujeres que nos quieren hacer creer".
Las víctimas de esta "cultura errónea" son las mujeres, según ha lamentado la también abogada iraní, quien ha indicado que, por el contrario, este "problema cultural no radica sólo en los hombres pues el propio modelo patriarcal deja a las mujeres el papel de transmisoras de los valores de esa sociedad".
"Todo hombre déspota y maltratador de mujeres ha sido criado por una mujer", ha apostillado Ebadi durante la conferencia 'Ser mujer en Irán y en los países islámicos', que ha ofrecido en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga (UMA), y que ha estado presidida por el decano del centro, Juan Antonio García, y la vicerrectora de Igualdad, Teresa Prieto.
Ebadi ha comparado esta transferencia de valores con la hemofilia, una enfermedad que una madre sólo puede transmitir a los hijos varones. Por ello, ha considerado "muy importante" que las mujeres adquieran conocimiento para, de esta forma, "apoderarnos de la situación y luchar contra esta enfermedad cultural".
Para superar esta situación "es preciso que los hombres tomen conciencia de la situación y, sobre todo, es necesario que las mujeres tomen conciencia de que el modelo patriarcal no es un buen modelo ni para sus hijas ni para la propia sociedad que necesita cuotas de libertad e igualdad que le permitan desarrollarse equilibradamente".
IGUALDAD Y DEMOCRACIA
La que llegase a ser la primera jueza en Irán ha trabajado a lo largo de su trayectoria por valores tales como la democracia y la igualdad de la mujer. En este sentido, Ebadi ha incidido en que "un país no podrá decir nunca que es democrático si más de la mitad de la población no cuenta con los mismos derechos que el resto".
"Para ver si un gobierno es democrático hay que ver si los derechos de la mujer son iguales que los de los hombres", ha apostillado, subrayando, además, que son las mujeres que luchan por la igualdad las que ponen las bases de una sociedad democrática".
A su juicio, la democracia "no es un regalo que se dé a un país o sociedad, tampoco es un accidente que tenga lugar de un día a otro. Es un proceso histórico que debe pasar por su evolución", ha explicado Ebadi, quien ha destacado que en este proceso el papel de la mujer es "inevitable" porque "puede hacer que dicho proceso se acorte". Asimismo, ha defendido que los procesos democráticos deben de ser una conquista de la sociedad civil.
La Nobel de la Paz ha lamentado que, a pesar de que la sociedad "haya dado pasos increíbles e impensables en el ámbito de la ciencia y la tecnología, la civilización humana aún no ha alcanzado este nivel de avance para asegurar la igualdad entre hombres y mujeres", ya que éstas "no gozan de los mismos derechos y vive bajo leyes muy crueles e injustas".