MÁLAGA 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de Málaga ha acusado a cinco personas por los delitos de homicidio imprudente y contra los derechos de los trabajadores en relación con la muerte de un trabajador de 22 años en mayo de 2007, el cual cayó de una altura de seis metros y medio. Se pide para cada uno dos años de prisión y una indemnización total para los padres del fallecido de 115.350 euros.
Los hechos sucedieron en el municipio malagueño de Benahavís. La víctima se subió a la cubierta de la vivienda en construcción, según la acusación; se puso al filo del forjado y golpeó los fragmentos de cornisa para desprenderlos. Al tirar de los restos, perdió el equilibrio y cayó por un hueco, impactando con una plataforma de hormigón y falleciendo de forma inmediata.
El fiscal acusa en su escrito inicial al arquitecto técnico que redactó el estudio de seguridad del proyecto, al entender que omitió el riesgo de caída de altura en tareas de descascarillado de los forjados y, por tanto, tampoco contempló las medidas de protección para esos trabajos; y a la administradora de la constructora, que "permitió el desarrollo de la obra pese a esa imprevisión".
Asimismo, se acusa al jefe de obras y al encargado a pie de obra de vigilarlas y del seguimiento, puesto que conocían el estado de la obra y "no supervisaron la corrección de las protecciones y medidas adoptadas para llevar a cabo los trabajos en la cubierta", de forma que se iniciaron "en condiciones precarias, sin exigir la colocación de líneas de vida o soportes similares", según la calificación.
El ministerio público acusa también al encargado de las obras por la empresa, quien preparó la zona desde donde debía hacerse el descascarillado y colocó una barandilla perimetral que en una parte, debido al ascenso del forjado, presentaba un listón intermedio de protección elevado, "creando un hueco en la parte central", con el "consiguiente riesgo de caída a través del mismo".
Además, tampoco le exigió, según indica el escrito, que para hacer estas tareas utilizara el cinturón de seguridad, al ser "consciente de que su empleo no garantizaba tampoco el trabajo más seguro", ya que "no existía punto fijo o lugar donde anclarlo suficientemente resistente".