Experta en Desarrollo Sostenible asegura que "los países tiene que volver a comer lo que producen"

Europa Press Andalucía
Actualizado: viernes, 7 octubre 2011 16:51

SEVILLA 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

La directora de la Cátedra de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible de la Universidad de Educación a Distancia (UNED), María Novo, ha asegurado este viernes que el comercio mundial de alimentos es inviable y que la soberanía alimentaria constituye en este momento una urgencia.

Así lo ha expuesto en el transcurso de la ponencia 'Cambiar es posible' que ha impartido en el 'I Seminario Internacional sobre Comunicación, Ciencia y Medio Ambiente: Agricultura y alimentación en un mundo cambiante' que organiza la Universidad Pablo de Olavide en Carmona (Sevilla).

Según Novo, para frenar los graves efectos del cambio global sobre nuestro planeta es prioritario volver a descubrir y fortalecer el valor de los contextos locales y nacionales. "Esto significa que los países tienen que volver a comer lo que producen, porque ya no podemos con el pico del petróleo estar consumiendo kiwis de Nueva Zelanda o exportando a Inglaterra la misma cantidad de patatas que importamos de ese país". "Hay que volver a dar autosuficiencia a los contextos", ha apostillado.

Esta experta ha puesto a África como ejemplo de continente donde se ha perdido la soberanía alimentaria por efectos del monocultivo. En esa zona, "se ha estado produciendo para la exportación y se han dejado de cultivar productos como el mijo o la mandioca, que es lo que come la gente". "Consumir alimentos de proximidad es algo necesario y tenemos que empezar a vincularnos a lo próximo", ha alertado.

A su juicio, sucede lo mismo con el turismo: "Se ha acabado esto de que tengamos unas vacaciones y nos marchemos a Cancún en lugar de ir a la playa más cercana. El planeta no resiste que media humanidad esté dando tumbos continuamente, haciendo viajes en avión y generando un consumo tremendo". En su opinión, "todo se reduciría a que estuviésemos un poco más tranquilos y fuésemos capaces de quedarnos todos un poco más quietos, algo sencillo, aunque parezca muy difícil, porque el mercado nos ha convencido de que tenemos que estar siempre moviéndonos, comprando y vendiendo, y diciéndonos de que lo lejano es lo que hay que descubrir, obviando lo próximo, que también es valioso y que lo tenemos al lado".

Para combatir el cambio global a nivel personal, Novo cree fundamental que aprendamos a pensar qué queremos hacer con nuestra vida y nuestro tiempo. "Se están apropiando de nuestro tiempo y el mercado nos ve sólo como productores o consumidores. El tiempo que no nos tienen ocupado en producir, lo tienen montado para que vayamos a consumir turismo, televisión, productos", argumenta. Por ello, considera que las personas tendríamos que apropiarnos de nuevo del tiempo y empezar a establecer prioridades. "A veces, cuando nos paramos, descubrimos que el éxito y la felicidad estaban muy cerca, que era algo que podíamos conseguir, incluso lentamente y que nos habían convencido de que teníamos que correr e ir a buscarlo muy lejos", señala.

Según ha declarado la catedrática, las personas han perdido la capacidad de escuchar a la naturaleza y a los niños, que son "los grandes perdedores de este modelo y que se están quedando solos porque sus padres están trabajando todo el día", por lo que cree muy fundamental preguntarle al niño qué espera de sus padres "porque a lo mejor no quiere que lo llenen de regalos o de viajes, sino simplemente que le regalen un poco más de tiempo". "Y muy importante, escuchar a nuestra propia alma, a ver si nos dice si está contenta con el tipo de vida que llevamos o si está pidiendo que amainemos un poco", recalca.

Por último, Novo ha señalado que los ciudadanos no somos todo lo conscientes que deberíamos ser en el plano ambiental, porque se está produciendo una gran paradoja y es que la crisis económica "está ocultando la crisis ambiental, lo que representa una miopía". "Todo el mundo está obsesionado con la creación de empleo, pero si no resolvemos problemas ambientales como el cambio climático, los colapsos que se van a producir van a ser de tal magnitud que no sólo van a generar un gran sufrimiento humano y destrucción de ecosistemas, sino que en términos económicos van a suponer unos costes que no nos podemos ni imaginar", alerta.

Contenido patrocinado