Junta prevé "una simplificación" de la variedad climática andaluza durante el siglo XXI

SEVILLA, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Medio Ambiente prevé que la variabilidad climática en Andalucía, que en estos momentos registra más de 15 modelos, pase a contar con cinco o seis tipos de climas para 2100, lo que refleja "una reducción en la variabilidad y una simplificación muy importante", según los pronósticos que se desprenden de la Red de Información Ambiental de Andalucía.

A través del Sistema Clima, desarrollado por la Consejería de Medio Ambiente con un coste de más de 600.000 euros, invertidos a lo largo de cinco años, y mediante el cual recibe información de más de 2.300 estaciones meteorológicas y almacena más de 250.000 variables para todas las estaciones, ha llevado a cabo un estudio sobre escenarios futuros de cambio climático que tienen en cuenta diferentes alternativas en el desarrollo mundial.

El conjunto de escenarios y modelos aplicados por la Junta de Andalucía para el análisis del cambio climático en la comunidad reflejan algunos comportamientos previsibles para este siglo en las diferentes zonas climáticas actuales como Sierra Morena, el Litoral Atlántico, las campiñas bajas, el Mediterráneo Occidental o el Mediterráneo Oriental, que representa una variabilidad climática "importante" que sufrirá "en gran medida una simplificación de las modalidades de climas", según ha informado a Europa Press la Consejería de Medio Ambiente.

Asimismo, indica que a finales del siglo XXI, si estos pronósticos se cumplen, "el escalón diferencial de Sierra Morena con respecto al valle del Guadalquivir desaparecerá, se homogeneizará el comportamiento de las montañas béticas, llegando a desaparecer los climas de montaña como Sierra Nevada y Cazorla, así como el de las sierras del Estrecho". Además, según ha apuntado, "se expandirá el área de climas subdesérticos de la zona oriental y, finalmente, subirán las temperaturas de las zonas costeras atlántica y mediterránea".

Dentro de esta uniformidad, el departamento que dirige José Juan Díaz Trillo ha añadido que en el interior "subirían bastante grados la media de temperatura y que las condiciones climatológicas de las zonas altiplanicias interiores van a sufrir un proceso de desertificación". "Se acentuarán poco a poco los tipo climáticos, que se reducirán", ha afirmado.

No obstante, ha aclarado que en función de nuevas emisiones a la atmósfera y de los modelos de trabajos aplicados estos escenarios puede cambiar desde este momento hasta final de siglo. Por otro lado, apunta que de confirmarse los parámetros analizados "la temperatura subirá de media dos grados desde hoy hasta 2040".

Por otro lado, se ha subrayar que el propio consejero ha manifestado en varias ocasiones que "no se resigna", y que precisamente las medidas adoptadas por la Junta como la Estrategia Andaluza contra el Cambio Climático, el Programa de Mitigación o el de Adaptación, el Sistema de Compensación de Emisiones o el programa Ciudad 21, entre otros, están haciendo posible que Andalucía se acerque "ya en 2011 a los objetivos de reducción de emisiones marcado para 2012, es decir, un 19 por ciento menos, y que se plantean los próximos retos con "la máxima ambición", según manifiesta la Consejería a Europa Press.

"EXPANSIÓN DESÉRTICA"

En referencia a la desertificación prevista en Andalucía para este siglo y según los modelos de aplicados, se deduce que "las zonas de montaña de interior del Mediterráneo van a albergar un proceso de desertificación bastante acentuado si la situación sigue como en la actualidad, porque las cubiertas vegetales son escasas y las especies que se están utilizando en repoblación dan señales de fatiga". Del mismo modo, los desiertos que estaban restringidos a la zona de Almería, se expandirán a zonas de Jaén y Granada, ha resaltado.

Por otro lado, la Consejería de Medio Ambiente, consciente del interés actual del cambio climático y el cambio global, ha señalado que para llevar a cabo un análisis de los comportamientos del clima hay que tomar un elemento comparativo para la evolución del mismo. Así para establecer un análisis comparativo y ver qué cambia, se toma un periodo de referencia, marcado internacionalmente, estableciendo el caso del clima un espacio mínimo de 30 años.

En esta línea, ha recordado que hace dos décadas el periodo de estudio comprendía desde 1960 hasta 1990, un abanico de referencia que cambia con el paso de los años y de forma paralela a las condiciones climatológicas. Así, ha incidido en que el periodo de estudio actual "necesario para su caracterización" es 1970-2000.

Tomando como periodo de análisis éste, ha indicado que la comunidad ha sufrido dos periodos de intensa sequía y aumento gradual de la temperatura, precisando que desde 1984 hasta principios de los noventa se vivió unos años extraordinariamente secos, a los que se suma la sequía de 1996. "Este periodo refleja una media de precipitaciones menor y un aumento gradual de las temperaturas", ha concluido.

Los análisis de previsión del clima para un futuro tienen que tener en consideración procesos como la simulación del comportamiento de la atmósfera, las emisiones de gases efectos invernaderos o, incluso, la evolución de la economía. "En función del comportamiento hay respuestas de la precipitación y de las temperaturas que se extraen mediante modelos matemáticos que generan datos para cada día del año, desde ahora hasta 2100", ha explicado.

En este sentido, ha subrayado además que trabajan con la suposición de que "va a cambiar la composición de la atmósfera por la acumulación de gases", sabiendo que existe "una relación directa entre la acumulación de un gas de efecto invernadero y el incremento de la temperatura".

TRANQUILIDAD POR LA REDUCCIÓN DE GASES

La Consejería de Medio Ambiente ha precisado que para el análisis de las previsiones se han utilizado tres modelos distintos, que reflejan informaciones "muy similares" sobre el comportamiento climático del futuro. Los datos, que pueden ser visitados a través de la web de la Rediam, cambiarán "algo" con respecto a lo que se tenía previsto hasta el momento.

En referencia a las precipitaciones, hay que tomar en consideración que los rangos de confianza o margen de error que ofrecen los modelos usados con respecto a este elemento meteorológico están "muy alejados" del derivado en la temperatura, que ofrece un 98 por ciento de acierto. En las precipitaciones, condicionadas por fenómenos difíciles de contabilizar, los modelos ofrecen "un margen de error relativamente grande, un 25 por ciento, lo que supone unos resultados que pueden aumentar o disminuir en torno del 20 por ciento".

No obstante, ha apuntado que en un tercio de siglo, "las precipitaciones podrán aumentar en torno al 20 por ciento", sobre todo, en el Mediterráneo, donde se producirán "grandes tormentas y trombas de agua". Además, ha afirmado que a partir del año 2040, se efectuará "un descenso paulatino en toda Andalucía, afectando a las sierras del interior".

Como aspecto destacable del análisis del clima en Andalucía, ha apuntado "la aceleración del cambio climático por la variabilidad en los extremos", aclarando que "se pasa de años secos a temporadas muy húmedas en tiempos continuos". Por contra y como aspecto positivo, ha subrayado "la efectiva reducción de gases de efectos invernaderos", lo que supone "un margen de tranquilidad con respecto a las previsiones".