GRANADA 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
Caja Rural de Granada destinó en 2012 a provisiones 206,3 millones de euros, cubriendo de una sola vez el 100 por cien de las nuevas exigencias del Gobierno, un "esfuerzo regulatorio" que desde la entidad se valora "muy positivamente", a pesar de que le haya supuesto "un resultado contable negativo de 68,6 millones de euros".
La caja mantiene en un comunicado que de no haber existido estos requerimientos normativos, que se elevan a 157,6 millones de euros, habría alcanzado un beneficio neto de 45,8 millones de euros, lo que habría supuesto "un récord histórico".
Caja Rural de Granada, que ha mantenido su solvencia en un 11 por ciento, cuenta con una plantilla estable 847 empleados y su red de oficinas, con 197 sucursales, lo que se valora "como un éxito" desde la entidad.
El margen financiero alcanzó los 120,4 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 50,8 por ciento respecto a 2011, gracias a la gestión eficaz de la positiva posición de liquidez de la caja y la financiación mayorista, y a un enfoque del modelo de negocio hacia segmentos con mayor potencial de crecimiento.
En lo que respecta a los resultados por Operaciones Financieras, se han visto favorecidos por las condiciones de los mercados financieros a mediados de 2012, que permitieron la adquisición de titulizaciones propias con plusvalías por importe de 26 millones de euros.
Los costes de explotación se redujeron en un 4,21 por ciento, todo ello manteniendo el empleo y oficinas, con una mejora de nuestra ratio de eficiencia hasta el 40,6 por ciento al finalizar 2012, cifra excepcional y una de las mejores del sistema financiero español.
El margen de explotación alcanza los 104,8 millones de euros, el mayor obtenido en la historia de Caja Rural de Granada, y 2,6 veces el obtenido el año precedente, que fue de 39,7 millones de euros. Este dato evidencia la capacidad de generación de ingresos recurrentes de la entidad.
La entidad opina que el beneficio ordinario del ejercicio, 45,8 millones de euros, es "muy satisfactorio en un entorno especialmente difícil". Tras aplicar las dotaciones extraordinarias exigidas por el Gobierno, el resultado contable, después de impuestos, ha sido negativo en 68,6 millones de euros, que han sido absorbidos por sus recursos propios y que tienen un carácter coyuntural, tras haber adelantado al año 2012 todas las nuevas exigencias regulatorias.
En lo relativo a los activos dudosos, la caja afirma no haber sido ajena a lo ocurrido en el sector, y ha incrementado su saldo durante 2012, cerrando con una tasa de morosidad del 9,97 por ciento, en torno a 2 puntos por debajo de la media sectorial.
La cobertura global de la morosidad se sitúo en el 59 por ciento, una de las más altas del sector, mejorando en 15,2 puntos respecto a 2011. Esta cobertura se eleva al 150 por ciento sumando las garantías hipotecarias a favor de la entidad.
Con 3.391 millones de euros, la cifra de recursos gestionados de clientes se mantuvo prácticamente estable durante 2012. Al igual que ocurre con la inversión, los niveles de reducción del resto de entidades han sido muy superiores, lo que ha contribuido a que la cuota de mercado de depósitos en la provincia de Granada de Caja Rural de Granada experimente un notable crecimiento respecto a 2011, al pasar del 21,99 al 23,80 por ciento a finales de 2012.
El Grupo Caja Rural, compuesto por 41 entidades que funcionan bajo el modelo de banca cooperativa, gestiona un total de 59.807 millones de euros de activos, cuenta con 9.594 empleados y 2.773 oficinas en toda España.