CORDOBA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Palacio de la Merced, sede de la Diputación de Córdoba, ha sido el punto de partida oficial hoy de la XI Caravana por la Paz, que organiza anualmente la Asociación Cordobesa Amigos de los Niños Saharauis (Acansa) y que en esta ocasión llevará más 85.000 kilos de ayuda humanitaria a los campamentos de refugiados saharauis situados en el desierto argelino, en Tinduf.
Según explicó hoy en rueda de prensa el delegado de Cooperación Internacional al Desarrollo de la Diputación de Córdoba, José Antonio Albañir, "esta iniciativa pone de manifiesto que uno de los elementos básicos de la agenda política de la Delegación de Cooperación es trabajar con la Acansa y con los saharauis, mostrando así la solidaridad de Córdoba con este pueblo".
Este convoy humanitario, compuesto por seis camiones cargados de alimentos para las 165.000 personas que viven en los citados campamentos de refugiados, partirá de forma efectiva el próximo sábado 18 de febrero hacia Alicante, conducido por voluntarios cordobeses, desde donde se embarcará con destino a Orán, junto con el resto de la ayuda humanitaria enviada por los andaluces.
Este año la caravana aportará a los campamentos de refugiados 9.000 kilos de aceite, azúcar y pasta, 3.500 pantalones nuevos y 400 piezas de tela, entre otros elementos.
La Diputación de Córdoba aporta 27.000 euros para financiar parte del coste del programa 'Caravana por la Paz' y para la iniciativa 'Vacaciones en Paz', que anualmente trae hasta la provincia de Córdoba a una media de 170 niños saharauis, que, en función de sus buenos resultados escolares o de sus necesidades médicas, disfrutan de las vacaciones de verano con familias cordobesas.
La aportación de la Diputación cordobesa a estas acciones se regula mediante un convenio de colaboración con Acansa que, según detalló Albañir, asegura la distribución equitativa de la ayuda, evitando la creación de clases o diferencias sociales entre el pueblo saharaui, sirve para crear una reserva alimenticia mínima para su suministro, que asegure además que puedan acceder a una dieta mínimamente equilibrada, y cubre necesidades básicas, en cuanto a la salud y la educación de los niños saharauis.
