GRANADA 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Andalucía continúa a la espera de la cesión definitiva del terreno donde se creará el Centro de Interpretación Arqueominero de Alquife (Granada), pese a que en el mes de mayo se cerrara el protocolo para la creación de éste, en virtud del cual el propietario cedía al Consistorio alquifeño el terreno libre de cargas por 99 años.
En declaraciones a Europa Press, el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada, José Antonio Pérez Tapias, explicó que, al respecto, "han surgido algunas cuestiones que tienen que resolverse", incluso, algunas de ellas por la vía judicial, apuntó.
Pérez Tapias recordó así que hasta que no esté la cesión definitivamente realizada, las Consejerías --Cultura y Turismo, Comercio y Deporte-- "no podrán intervenir", por lo que, pese a reconocer la viabilidad del proyecto y la disposición por parte del Gobierno autonómico, aludió a dichas cuestiones que es necesario atajar.
Independientemente, según subrayó, el expediente para la declaración de la zona como Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico está "bastante avanzado", lo que supondrá un importante impulso turístico para la comarca.
En base al protocolo que el 10 de mayo de 2005 firmaron el delegado de Cultura y la de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta, Sandra García; el alcalde de Alquife, Benito Ruiz; los regidores de Lanteira y Aldeire; y el propietario del suelo, Manuel Sánchez; las administraciones se comprometieron a la instalación, en la finca de Peñarroya, de un Centro de Interpretación Arqueominero.
Para ello, será necesario, según el documento, realizar las inversiones para rehabilitar los inmuebles existentes, al objeto de salvaguardar y difundir el patrimonio industrial existente derivado de la antigua actividad minera. El centro albergará, además, un archivo histórico documental de las Minas de Alquife.
Los compromisos adquiridos principalmente por la Junta son la puesta en valor turístico mediante un sistema de itinerarios y rutas de visita por el complejo minero, incluyendo el antiguo edificio Apeadero, que tendrá que ser rehabilitado para convertirlo en punto de acogida, inicio y finalización de circuitos.
El protocolo establece, además, que la propiedad de espacio minero podrá desarrollar otras infraestructuras de uso hostelero o residenciado con el turismo.