MOTRIL (GRANADA), 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Tras el caso de las supuestas irregularidades denunciadas por los trabajadores de la residencia de ancianos de San Luis de Motril (Granada), que finalmente fueron descartadas por una sentencia judicial, las monjas Mercedarias de la Caridad, que administran el asilo desde hace 1888, han decidido abandonar la gestión de las instalaciones.
En una carta al alcalde de la ciudad y presidente del Patronato de la residencia, que es de titularidad municipal, Pedro Álvarez (PSOE), la congregación denunció presiones y "una campaña de acoso y derribo" por parte de la Concejalía de Asuntos Sociales. Además, las monjas también aludieron a que el alcalde "ha mostrado frialdad y distancia en todo el proceso", en referencia a la denuncia que en octubre de 2005 formularon cinco trabajadores acerca de supuestos abusos sobre los mayores y acerca de la supuesta existencia de comida en mal estado. Desde que se conoció la denuncia, la concejala de Asuntos Sociales, Magdalena Sánchez, insistió en esperar a la decisión judicial y apoyó que si los trabajadores conocían irregularidades, las denunciaran. Este hecho no gustó a las monjas, que denunciaron "la sospecha y la desconfianza" que vuelven a reiterar en la carta remitida al alcalde de Motril. El alcalde y presidente del Patronato, Pedro Alvarez, ha declarado a Europa Press que "siempre he ofertado mi diálogo a la congregación" y aseguró que "yo soy el máximo interesado en que las monjas sigan, por la extraordinaria labor que realizan". Alvarez, sin embargo consideró que también es necesaria la adaptación de este tipo de centros sociales a las nuevas legislaciones.
La concejal de Asuntos Sociales ha insistido por su parte en que "su obligación es la de hacer cumplir la Ley, y que el máximo responsable de la residencia en el aspecto técnico será un profesional cualificado". Además, ha rechazado las acusaciones de las monjas sobre la poca receptividad de la concejala a su problemática. El PP, de otro lado, ha comunicado ya que "va a organizar movilizaciones entre la ciudadanía para que las monjas no se vayan", según anunciaba el portavoz, Carlos Rojas.
