GRANADA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El juicio previsto para hoy en la Audiencia provincial de Granada contra S.M.R. de 71 años de edad acusado de matar a su mujer golpeándola con una barra de hierro y acuchillándola hasta morir en represalia por una denuncia que ésta había presentado contra él ha sido aplazado hasta mañana, a la espera de que lleguen todas las pruebas.
Hoy se constituyó el jurado popular pero no se produjo la declaración del acusado, a la espera de que lleguen a la Audiencia provincial granadina, entre otras cosas, las fotografías de la casa donde Casimira fue agredida, el cuchillo, la barra de hierro y la ropa que la víctima llevaba puesta.
La defensa del procesado --que presentó un escrito inculpatorio acordado con el acusado, que finalmente éste no ratificó-- pidió la disolución del jurado popular por considerar que, pese a no contar con validez jurídica dicha declaración, los integrantes del mismo podían verse "contaminados" por lo sucedido, petición que fue denegada por la juez.
La letrada con la intención de alcanzar un acuerdo de conformidad entre las partes presentó, de acuerdo con su representado, un escrito en el que éste reconocía la autoría de los hechos. Sin embargo, el acusado negó entre sollozos lo que ésta le relataba diciendo "nunca la toqué --a su mujer-- con un cuchillo".
Tras ello, será mañana cuando S.M.R. preste declaración como acusado de un delito de asesinato con la agravante de parentesco, por el que el fiscal solicita 20 años de prisión, y otro de obstrucción a la justicia por el que pide dos años de cárcel y una multa de 2.160 euros. El Ministerio Público reclama para los hijos de la víctima una indemnización de 200.000 euros.
Los hechos, según el relato fiscal al que tuvo acceso Europa Press, ocurrieron en la noche del 9 de junio de 2004 cuando el acusado "como represalia" a una denuncia que su mujer había presentado contra él días antes golpeó a ésta con una barra de hierro y le asestó varias puñaladas hasta ocasionarle un total de 28 heridas, una de las cuales fue "mortal de necesidad" al afectar a la yugular y la carótida.
El suceso tuvo lugar en el domicilio de ambos, en el municipio granadino de Huéscar. Como consecuencia de las múltiples heridas ocasionadas, la mujer sufrió un shock hipovolémico que le causó la muerte. Todas las lesiones fueron ocasionadas en el "perimortem", es decir, en vida de la víctima o con mucha proximidad al momento del fallecimiento lo que aumentó de forma considerable el cuadro álgido acompañante al lesivo, según el escrito.
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