GRANADA 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El hombre acusado de apuñalar a otro, L.C.M., en un bar de Las Gabias (Granada) después de mantener una discusión por un juego reconoció hoy ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia provincial de Granada los hechos, aunque alegó que actuó en legítima defensa, ya que, según su testimonio, los otros dos hombres con los que discutía portaban "navajas" de grandes dimensiones con las que "me iban a matar", extremo que no pudo quedar acreditado en la vista oral, al término de la cual el fiscal mantuvo la petición de seis años de cárcel.
Así, el acusado explicó, a preguntas del Ministerio Fiscal, que previamente el dueño del bar les había requerido las armas a los tres y que una vez que salieron del local volvieron a empuñarlas. De ese modo, L.C.M. dice que fue herido por uno de los hombres con los que discutía por lo que decidió "darle un susto" a estos y apuñaló a J.M.F.
Todos los testigos que declararon en la vista oral coincidieron al señalar que no había más armas en el bar ni en la disputa que la del único acusado, a la vez que sostuvieron que éste como el resto del grupo que jugaba a "las porras" habían bebido varias copas aunque no consideraron que estuvieran "totalmente borrachos".
Preguntado por la razón para no interponer denuncia ante la supuesta agresión que recibió tanto el acusado como su hija, que acudió al establecimiento a recoger a su padre, L.C.M. manifestó que "no lo había pensado" y que se encontraba "aturdido".
Según declararon las peritos, las heridas producidas por L.C.M. en el cuerpo del agredido se produjeron en "zonas vitales desde el punto de vista médico-legal", si bien no llegaron a penetrar en órganos vitales.
El fiscal, que elevó a definitivas sus conclusiones provisionales, solicita, por lo tanto, la pena de seis años de cárcel para el acusado por un delito de homicidio en grado de tentativa, mientras que la acusación particular solicita la pena de ocho años de cárcel.
La defensa modificó con carácter subsidiario sus conclusiones, en las que pedía la libre absolución de su representado, en el sentido de considerar a L.C.M. autor de un delito de lesiones. El juicio quedó visto para sentencia.