CÓRDOBA, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
La iglesia barroca de San Agustín abre hoy al culto tras permanecer cerrada 25 años y ser objeto de una intervención integral de restauración, en la que se han invertido un total de 3,6 millones de euros dentro del programa Andalucía Barroca 2007 de la Junta de Andalucía.
La consejera de Cultura, Rosa Torres, el vicario general del Obispado de Córdoba, Fernando Cruz-Conde, el alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, y el poeta cordobés Pablo García Baena, acudieron el pasado día 28 de septiembre al acto de inauguración de este templo, representativo del barroco andaluz, cuyas obras, según Torres, "han hecho posible que la iglesia de San Agustín luzca en todo su esplendor".
Durante su intervención, Torres subrayó que la reapertura de la iglesia de San Agustín esta inauguración debe contribuir a que Córdoba se presente en condiciones óptimas al proceso de designación de la Capitalidad Cultural Europea de 2016, objetivo al que desde su departamento "sigue contribuyendo con toda sus fuerzas".
Las obras de restauración del templo han consistido en la intervención completa de las naves del templo, en las cubiertas, en la consolidación de la torre, la renovación de revestimientos interiores y exteriores, entre otras actuaciones.
Asimismo, se ha llevado a cabo la restauración de la decoración de yeserías, de las pinturas murales, del conjunto retablístico, de los frontales del altar de mármol, la carpintería del coro y el púlpito de madera, a lo que hay que añadir la reconstrucción de la decoración de la torre del campanario en base a restos de color.
Estas obras fueron interrumpidas durante cinco meses en 2007 para albergar la exposición 'El fulgor de la Plata', una de las seis exposiciones monográficas organizadas por la Consejería de Cultura dentro del programa Andalucía Barroca.
NUEVAS PINTURAS
En el proceso de rehabilitación del templo, se descubrieron nuevas pinturas murales bajo encalados y repintes, pertenecientes al siglo XVII, que representan escenas de la nobleza de la época y a San Agustín ordenado obispo Padre de la Iglesia.
También se revelan pinturas decorativas fingiendo ricos tapizados, follajes vegetales y cortinajes pertenecientes al siglo XIX. Asimismo, se ha dotado al templo barroco de las instalaciones necesarias para su uso y funcionalidad religiosa y cultural, para lo que se ha procedido a la renovación de la instalación eléctrica y de fontanería, y del sistema antirrobo y contraincendios.
De este templo destacan la bóveda de la nave central, profusamente decorada mediante yeserías y pinturas murales que representan escenas del Credo, y la Inmaculada --del siglo XVII--, situada en el coro y atribuida a Cristóbal Vela.
