BAEZA (JAEN), 16 (EUROPA PRESS)
La familia de la mujer y su hija de ocho meses que fallecieron el pasado 2 de septiembre después de que un avión militar se estrellara contra su casa del núcleo urbano de Baeza (Jaén) criticó hoy que el juzgado baezano haya dictado un auto en el que se inhibe en favor de la jurisdicción militar.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz de la familia, Narciso Villacañas, precisó que hubieran preferido que el caso se hubiera instruido en Baeza, si bien mostró su satisfacción ante el hecho de que el coronel de la base de San Javier, en Murcia, de donde partió el capitán que pilotaba el avión militar y que también murió en el accidente, "haya sido destituido", entre otros motivos, por este caso, según subrayó.
"El caso estaría mejor aquí", según concretó Villacañas, si bien reconoció que ante una decisión judicial "no hay quien pueda". Asimismo, el portavoz de la familia manifestó que la concesión de las indemnizaciones "está controlada" por parte de Defensa y que sólo queda pendiente su aprobación por parte del Consejo de Ministros.
El titular del juzgado de Baeza corroboró con su auto de inhibición el dictamen emitido por el Ministerio Fiscal, en el que se consideraba que los hechos se tratarían de un posible "delito militar" y, por lo tanto, la causa debería continuar en un juzgado militar de Cartagena (Murcia), instancia que ya solicitó el envío del caso en octubre de 2005.
No obstante, la familia de las fallecidas presentó un recurso de reforma en el juzgado contra la decisión del magistrado, mientras que el Ministerio público se reafirmará en su posición y pedirá que se desestimen las alegaciones de la acusación particular.
La Fiscalía de Jaén considera que en los hechos del pasado 2 de septiembre "es posible que haya habido una extralimitación en la ejecución de un servicio de armas", delito contemplado en el artículo 159 del código de justicia militar, en el que se tipifica el uso de una aeronave para fines distintos a los establecidos en el servicio de armas y para los que se contempla una pena de hasta ocho años de prisión si es por imprudencia y que puede llegar hasta los 25 años si no la hubiere.
LOS HECHOS
Un avión militar CASA 101 se estrelló el 2 de septiembre de 2005 contra el tejado del número once de la calle San Ildefonso de Baeza, resultando muertos el piloto de la aeronave, el capitán Francisco José Cabezas, y una mujer de 30 años y su hija de ocho meses que se encontraban en el interior de la vivienda cuando se produjo el impacto.
El ministro de Defensa, José Bono, informó entonces de que el piloto "estaba fuera del sector que se le asignó para entrenamiento" y que, por lo tanto, había llevado a cabo una actuación "contraria al reglamento".
Por su parte, la familia de las dos fallecidas, que presentó denuncia por los "daños personales y materiales", exigió que se identifique a "los responsables que han permitido, autorizado o tolerado que constantemente se sobrepasara el radio de acción del avión siniestrado".
La familia señaló que este incidente se produjo por "una sucesión de incumplimientos", ya que "bajo ningún concepto nadie puede realizar en ninguna población acrobacias o piruetas". "Si tales actuaciones han existido son, cuanto menos, reprochables y deben aparecer todos los responsables reales de este suceso", subrayaron.