LINARES (JAEN), 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Secretariado Gitano aseguró hoy que el despido de la trabajadora de la organización Isabel Cortés se debe a un "problema estrictamente laboral" por lo que descartó que se hubiera producido algún tipo de discriminación o de acoso laboral.
En declaraciones a Europa Press, el coordinador provincial de la citada federación, David Vilariño del Castillo, aseveró al respecto que "siempre se ha procurado facilitar el acceso a sus estudios universitarios y su promoción profesional durante su estancia como trabajadora en la fundación".
Así, subrayó que este hecho se trata de una "cuestión interna" de la fundación e indicó que no desean "perjudicar a nadie con esto". "De todas formas aceptamos el hecho de que Isabel Cortés se encuentra en pleno derecho de recurrir a las vías que nuestro sistema democrático pone a su disposición para que pueda expresar su disconformidad hacia su despido", puntualizó.
En este sentido, destacó que "estas cuestiones de relaciones laborales son algo que se produce en todas las organizaciones con una plantilla elevada", al tiempo que cifró el personal de la Fundación Secretariado Gitano entre los 500 y los 700 trabajadores y recordó que estas cuestiones "tienen su cauce normalizado".
Vilariño apuntó que la Fundación Secretariado Gitano es una entidad social sin ánimo de lucro que presta servicios para el desarrollo de la comunidad gitana en todo el estado español y en el ámbito europeo. Así, detalló que el trabajo de la federación comenzó en Linares el año 2003 con el programa 'Andalucía Orienta' y que, posteriormente, también comenzó a gestionar el Programa Plurirregional de Lucha contra la Discriminación 'Acceder'.
En último lugar, subrayó que "en todo momento la relación con la comunidad gitana de Linares ha sido positiva" y recalcó que en la federación han trabajado varias personas de esta etnia, en concreto cuatro.
Por su parte, Cortés aseguró hoy haber sido despedida de esta institución tras haber sufrido "acoso laboral" y "racismo". Esta mujer, vecina de Linares, de etnia gitana y de 33 años de edad, destacó que ha trabajado en la fundación durante cuatro años como mediadora social, si bien indicó que paulatinamente le fueron "usurpando funciones" y "controlando" cada vez su trabajo, situación que supuso que le dieran una baja.
