JAEN, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
Movimiento contra la Intolerancia consideró hoy que los tres años de internamiento en régimen cerrado para el menor de 14 años que mató a su padre en Arjonilla (Jaén) "vienen a confirmar la benevolencia con que se tratan crímenes tan graves como esta muerte" y concluyó que con este tipo de sentencias "sale muy barato matar para un menor".
En declaraciones a Europa Press, el presidente de este colectivo, Esteban Ibarra, manifestó que con independencia del caso concreto "el mensaje social que se está dando es muy peligroso" y reclamó que la Ley del Menor contemple sanciones "más severas para este tipo de crímenes".
Ibarra indicó que en este caso "ni siquiera se ha llegado a sancionar con el nivel máximo de cuatro años" de internamiento y lamentó la "capacidad" de la Fiscalía y de los abogados de la defensa "para llegar a un acuerdo de reducción de petición de condena sin que ni siquiera el juez pueda mantener una opinión o discrepar".
Además, recordó que en los casos en los que el menor tiene menos de 16 años "no puede haber acusación particular", lo que, unido a lo anterior, lleva a la "indefensión" de la víctima.
Por todo ello, exigió que la reforma de la Ley del Menor contemple que la víctima "se pueda personar en todos los casos" y que el juez "tenga un papel más importante".
Asimismo, subrayó que los dos años de libertad vigilada impuestos al menor de Arjonilla "no suponen gran cosa", ya que esta medida consiste en que "cada cierto tiempo tiene que pasarse por el juzgado a firmar", lo que supone "un seguimiento muy tenue".
De igual manera, recordó que, transcurrida la mitad de la condena, es decir, al año y medio de internamiento, la sentencia se podría revisar, por lo que "nos podemos encontrar con que al año y medio esté ya en su casa".
LOS HECHOS
Los hechos ocurrieron el 19 de diciembre de 2005, sobre las 15.30 horas, en un domicilio de la calle Molinos de Arjonilla, donde se produjo una discusión familiar entre el padre, L.A.C, de 58 años, y el hijo menor de edad, según informó entonces la Guardia Civil.
La disputa derivó en un enfrentamiento físico que se resolvió cuando el menor empuñó supuestamente un cuchillo y asestó a su padre una puñalada en el cuello, lo que le ocasionó la muerte en pocos minutos.
Aunque se personaron rápidamente en el lugar de los hechos, los médicos no pudieron hacer nada por la vida de L.A.C., dado que éste había muerto ya a consecuencia de la herida recibida en el cuello y de la posterior pérdida de sangre.
El cadáver fue levantado a media tarde por el juez y por el médico forense, mientras que agentes del Instituto Armado pusieron al menor a disposición de la Fiscalía de Menores. A continuación, se ordenó su internamiento cautelar en un centro de menores infractores ubicado fuera de la provincia de Jaén.
