JAEN 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La mujer acusada de rociar ácido a dos niños de ocho y tres años de edad en Martos (Jaén) se mostró hoy "profundamente arrepentida" de su acción y aseguró que su intención no era la de hacer daño a los menores, sino a la cuidadora que los acompañaba, a quien presuntamente confundió con la abuela de los chavales.
María Antonia B.T. declaró en el juicio que se sigue contra ella en la Audiencia Provincial de Jaén que tras producirse el ataque "no sabía que a los niños les había salpicado nada" y que si hubiera sabido de antemano el resultado de su acción "habría desistido" de realizarla.
La mujer atribuyó lo ocurrido a una "alteración" de su estado anímico provocada por los celos que sufría desde meses atrás hacia la madre de los niños, a la que acusaba de mantener una relación sentimental con su marido y con la que tuvo una discusión al respecto en el bar que ésta regentaba en la citada localidad.
Respecto al día en que se produjeron los hechos, el 6 de mayo de 2003, María Antonia B.T. explicó que sobre las 16.00 horas cogió una bolsa con un bote de salfumán y salió de su domicilio "a buscar" a la madre los niños, María del Carmen S.T., rondando la zona en la que se encontraba la vivienda de ésta, en la calle Príncipe Felipe de Martos.
Entonces, vio llegar a la cuidadora, Betty E.M., que acudía acompañada por los dos niños hasta el bloque de viviendas, si bien María Antonia B.T. aseguró que sólo se apercibió de la presencia de la mujer --a la que supuestamente confundió con la madre de María del Carmen S.T.-- pero no de los menores. "A los niños no los vi en aquel instante", aseveró.
Según su testimonio, en ese momento se produjo el ataque arrojándoles el ácido, aunque no se enteró hasta un día después "de que había una niña de por medio". "Jamás le haría eso a unos niños", declaró.
"NO HAY MOTIVOS PARA HACERLE ESO A UN NIÑO"
No obstante, la cuidadora afirmó ante el tribunal que la acusada salió "de improviso" cuando se acercaban a la vivienda de María del Carmen S.T. y que en primer lugar roció a la niña en la cara con un spray. A continuación, el ataque se reprodujo contra la cuidadora y el otro menor, si bien éste pudo ser protegido por Betty E.M.
Por su parte, la madre de los niños, que negó en el juicio haber mantenido ningún tipo de relación sentimental con el marido de la acusada, señaló que "no hay motivos ni derecho a hacerle eso a unos niños" y consideró que el ataque había sido "premeditado" por la acusada.
María del Carmen S.T. reconoció estar "machacada" por lo ocurrido, sobre todo por la situación de su hija, actualmente con once años de edad y con la visión perdida en un ojo y muy deteriorada en el otro como consecuencia de la agresión. "Daría mi vida por que mi hija recuperara la vista", llegó a asegurar.
HASTA 17 AÑOS DE PRISION
El juicio ha quedado pendiente de una prueba pericial para comprobar el alcance de las lesiones sufridas por la niña y que previsiblemente se celebrará la próxima semana en la Audiencia.
El fiscal y la acusación particular piden para María Antonia B.T. penas comprendidas entre los 14 y los 17 años de cárcel, así como el pago de indemnizaciones entre los 312.000 y los 680.000 euros.
Por su parte, la defensa solicita seis meses de cárcel por un delito de lesiones por imprudencia y aplicando las atenuantes de obcecación por celos, arrepentimiento, confesión y perdón pedido.