Jaén.- Tribunales.- Condenan a una cadena de subcontratas a pagar 180.000 euros a un trabajador que cayó de un andamio

Actualizado: martes, 31 enero 2006 16:11

JAEN, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

El juzgado de lo Social número cuatro de Jaén ha condenado a una cadena de subcontratas a pagar una indemnización de 180.000 euros a un trabajador que sufrió un accidente en Jaén al caerse de una andamio desde una altura de tres metros, presentando lesiones por las que se le reconoció la incapacidad permanente total.

En la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, el titular del juzgado condena al pago solidario de la indemnización tanto a la comunidad de bienes promotora de la obra y a los dos arquitectos de la misma, como a las empresas contratista y subcontratista --en esta última trabajaba el operario-- tras considerar que hubo "una omisión de los deberes mínimos en materia de prevención de riesgos laborales".

El magistrado recordó que el empleador está "obligado a adoptar las medidas correspondientes de seguridad e higiene en el trabajo" y que el trabajador tiene derecho a su "integridad física". En este caso, argumentó que existe "una más que evidente relación de causalidad entre los padecimientos que afectan al demandante y la absoluta falta de cumplimiento, por parte de los responsables, de sus obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales".

La sentencia considera en este sentido que "de haber empleado un comportamiento mínimamente cuidadoso con sus deberes laborales, habrían evitado las graves secuelas que afectan al trabajador".

Los hechos se remontan a noviembre de 1998, cuando una promotora contrató a una empresa a la que encargó la ejecución de una edificio comercial en Jaén capital. Esta, a su vez, encargó la instalación de la estructura metálica de la obra a otra empresa en la que prestaba sus servicios el operario herido, Julio G.U., que sufrió el accidente el 23 de diciembre de 1998.

En el momento de ocurrir los hechos, el trabajador estaba con otros tres compañeros "subiendo a pulso" desde el suelo hasta unos andamios ubicados a tres metros de altura para proceder a instalar una viga metálica de 200 kilogramos.

Entonces, la bandeja del andamio cedió por el peso de la viga y de los trabajadores y el operario se precipitó al suelo, sufriendo fractura de los calcáneos de ambos pies. En diciembre de 2000, el INSS reconoció su incapacidad permanente total para desarrollar su trabajo habitual.