Jaén.- Tribunales.- Condenan a nueve meses de cárcel a un hombre que pidió a dos niñas que le masturbasen en la calle

JAEN 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El juzgado de lo penal número tres de Jaén ha condenado a nueve meses de prisión a un hombre de 30 años de edad que abordó a dos niñas de diez años para solicitarles que le masturbasen en plena calle de Linares (Jaén).

La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, condena a Manuel L.M. por un delito de corrupción de menores y le impone igualmente el pago de una indemnización de 3.000 euros a cada una de las niñas por el daño moral causado.

La magistrada considera probado que Manuel L.M. estuvo siguiendo en la mañana del 22 de enero de este año a las dos niñas mientras éstas iban paseando por las inmediaciones de la Plaza del Ayuntamiento de Linares.

Pasado un rato, el acusado les dio alcance y les preguntó si podían hacerle "una pajilla", cogiéndolas por el brazo y el hombro y explicándoles en qué consistía esa acción.

Entonces, procedió "a bajarse un poco el pantalón", si bien las niñas declararon que durante el incidente "se taparon los ojos" y no pudieron confirmar si llegó a bajárselo. Además, una de las dos menores corrió a llamar a un portero electrónico de edificio cercano para que bajara alguien a ayudarlas, lo que motivó que el acusado desistiera de sus propósitos y se marchara.

Tras interponer denuncia en la Policía Local de Linares, las niñas y sus familiares volvieron a encontrárselo en la calle y avisaron a los agentes, que procedieron entonces a su detención.

Aunque el acusado se declaró inocente y aseguró que no tenía nada ver con los hechos, la magistrada argumenta que el relato de los hechos por parte de las menores es "verosímil" y que "no se aprecian móviles espúreos" en su declaración. Agrega que la descripción de la ropa y de la bicicleta que llevaba el acusado es "detallada" y que se ve "corroborada" por el reconocimiento de Manuel L.M. por parte de las niñas.

Asimismo, recordó que el acusado cambió de dirección y se metió por una calle de dirección prohibida en el momento en que los agentes de la Policía Local se dirigían hacia él tras ser identificado por las menores, conducta que, a juicio de la juez, "no tiene explicación en un conductor normal si no es porque quiere huir".