CÓRDOBA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Sección de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en Sevilla y directora de las XI Jornadas Estatales de Jueces y Magistrados de lo Social, Ana María Orellana, valoró hoy la Ley para la Igualdad y, tras dos años de vigencia, dijo que ha sido buena porque "ha tenido una incidencia favorable en la toma de conciencia".
En declaraciones a los periodistas, dijo que, "no obstante, todavía queda mucho por hacer para que realmente la mujer se sienta en condiciones de igualdad en el mercado laboral y en el mercado del sector público".
Subrayó que "al menos se ha tomado conciencia de que hay que conseguir una corresponsabilidad entre los progenitores para que la mujer pueda acceder al mercado de trabajo en auténticas condiciones de igualdad, evitándose así los problemas que supone la segregación horizontal y vertical".
Insistió en que "las mujeres acceden al mercado de trabajo en condiciones mucho más precarias que el hombre, como consecuencia de la responsabilidad de familiares, tanto del punto de vista de los hijos como del cuidado de familiares mayores". Según Orellana, "parece que es un rol que todavía no se ha tomado conciencia que no debe corresponder a las mujeres".
Por su parte, el presidente de la Sala de lo Social del TSJA en Málaga, Javier Vela Torres, presentó una ponencia sobre el acoso sexual y el acoso por razón de sexo en el ámbito de las relaciones laborales y cómo influyen estas situaciones en la vigencia del contrato de trabajo.
Señaló que cada vez son más las mujeres que denuncian, lo que no quiere decir que se produzcan más casos, aunque no negó que siempre existe un recelo a la hora de denunciar. En la inmensa mayoría de las ocasiones, la víctima es la mujer y los procedimientos suelen terminar porque ella pide la extinción indemnizada del contrato de trabajo o también se da la situación de que continua, pero con medidas concretas para que esa situación cese.
No obstante, aclaró que la situación de acoso sexual no siempre se da de empresario a trabajador, sino que muchas veces es más frecuente la situación de acoso horizontal, es decir de trabajador a trabajador, sobre todo en las grandes empresas, donde no se tiene contacto directo con el empresario.
