El juicio por el crimen de Noguerones de 2012 se reanudará este jueves con las pruebas periciales

Actualizado: miércoles, 18 diciembre 2013 18:57

JAÉN, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

El juicio que se ha iniciado este miércoles en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén por la muerte de una mujer a manos presuntamente de su exmarido en la aldea jiennense de Noguerones, perteneciente al término de Alcaudete, en enero de 2012 se reanudará este jueves con las pruebas periciales, una vez que ya se han llevado a cabo las testificales.

Así lo ha confirmado a Europa Press una de las abogadas que ejerce la acusación particular, María de los Ángeles Moya, quien ha indicado que, de esta manera, la sesión de este miércoles se ha dedicado a las declaraciones tanto del acusado como de los distintos testigos, mientras que para este jueves se reservan las pruebas periciales y, llegado el caso, la presentación de las conclusiones de las distintas partes, lo que permitiría que el juicio quedase visto para sentencia.

En su escrito de calificación, consultado por Europa Press, la Fiscalía solicita como pruebas periciales el análisis por parte de una serie de médicos forenses de informes que constan en las actuaciones de este proceso judicial, así como el testimonio de facultativos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses sobre otros informes elaborados al respecto.

También se solicitaba desde el Ministerio Público en su escrito la intervención de especialistas del Departamento de Química y Medio Ambiente del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil.

En la jornada de este miércoles, el acusado del crimen, identificado como E.J.F.M., ha admitido ser el autor de la muerte de su esposa, E.A.M., de la que se había separado en 2010, si bien ha alegado que en el momento en que sucedieron los hechos "no era él" e iba "ciego", al tiempo que ha asegurado "no recordar" que antes de "pinchar una vez a su mujer" con un cuchillo tratara de apuñalar a su hija D.F.A., como sostienen tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular.

Por su parte, las dos hijas del encartado y la víctima, identificadas como E.F.A. y D.F.A., han coincidido en sus declaraciones en describir una vida marcada por "insultos, amenazas y voces" por parte de su padre cuando aún no se había divorciado de su madre, así como en señalar que le "tenían" y le "tienen miedo".

Así, D.F.A. ha aseverado que en su casa "había que hacer lo que él quisiera", y que aunque a ella "no le ha golpeado", su madre y su hermana "le contaron que a ellas sí, pero un día que ella no estaba", mientras que E.F.A., que se encontraba viviendo y trabajando en Fuengirola (Málaga) cuando sucedieron los hechos, ha indicado que "no recuerda" haber recibido "nunca una muestra de cariño" de su padre, que "se metía con ella porque estaba muy delgada".

También ha explicado que tanto ella como su hermana intentaron animar a su madre para que lo "denunciara", pero ella "no quería porque decía que tenía que ser muy duro para sus hijas ver a su padre en la cárcel".

PETICIONES DE PENAS

Por los hechos que se juzgan en la Sección Tercera de la Audiencia jiennense, la Fiscalía considera al procesado autor de un delito de maltrato habitual, de otro de homicidio en grado de tentativa agravado por la circunstancia de parentesco, y de un tercero de homicidio, con el mismo agravante pero con la atenuante de confesión.

Así las cosas, por el delito de maltrato habitual solicita una pena de tres años de prisión, así como la prohibición de acercase a menos de 300 metros de sus hijas y de comunicarse con ellas por cualquier medio durante cuatro años, la misma prohibición, aunque por más tiempo --ocho años más del tiempo de cárcel al que sea condenado-- que solicita por el delito de homicidio en grado de tentativa, por el que interesa además una condena de ocho años de cárcel.

Además, la Fiscalía pide una pena de doce años por el delito de homicidio y solicita que se le imponga al acusado la obligación de indemnizar con 150.000 euros a sus hijas.

Por su parte, la acusación particular solicita un total de 33 años de prisión por un delito de maltrato habitual en el ámbito familiar, otro de asesinato en grado de tentativa y un tercero de asesinato, mientras que la defensa interesa una condena de siete años de cárcel al considerar al acusado autor de un delito de homicidio cometido con las circunstancias atenuantes de embriaguez y obcecación y arrebato.