GRANADA 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un jurado popular enjuicia desde este lunes en la Audiencia de Granada al acusado de asesinar, en la Navidad de 2020, a un hombre en un domicilio de Purchil asestándole una puñalada en el corazón con un cuchillo de grandes dimensiones. Cuando se produjo el crimen, en la mañana del 25 de diciembre, la víctima se encontraba junto a su exnovia, que en ese momento era la pareja sentimental del acusado.
La Fiscalía le acusa de un delito de asesinato por el que solicita que sea condenado a 20 años de prisión. La acusación particular, ejercida por los familiares de la víctima, eleva a 30 años su petición, mientras que la defensa argumenta que fue la víctima quien golpeó primero con una catana a su cliente, que ingresó en un hospital en estado grave.
En su escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso Europa Press, la Fiscalía mantiene que, tras una discusión previa por teléfono, el acusado se presentó, sobre las seis de la mañana, en el domicilio donde se encontraba su novia y la expareja de ella.
Presuntamente llegó hasta allí con un cuchillo escondido de unos 13 centímetros y cuando el hombre abrió la puerta le asestó varias puñaladas. Una de ellas fue letal al alcanzarle el corazón y murió en Urgencias una hora después.
La acusación particular, que ejercen los familiares de la víctima representados por el letrado Solimán Ahmed, precisa que el acusado y su pareja discutieron por Whatsapp aquella madrugada por un dinero que presuntamente él le robó a ella del monedero, lo que acabó en insultos y amenazas.
No obstante, fue al tener conocimiento de que su pareja se encontraba junto a la víctima cuando decidió desplazarse a la vivienda con la presunta intención de acabar con su vida. Solicitan que sea condenado a 25 años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento, al entender que trató de prolongar innecesariamente su agonía, y cinco años más por amenazas, según consta en el escrito de acusación, consultado por Europa Press.
En contraposición, la defensa del acusado alega que actuó en legítima defensa después de que la víctima le atacara con una catana en la cabeza y el tórax provocándole heridas que, según los informes forenses, le habrían provocado la muerte de no haber recibido inmediata asistencia.
El acusado, representado por el letrado Rafael López Guarnido, defiende así que su objetivo no era acabar con la vida de este hombre y que le produjo las lesiones que desencadenaron su muerte en el transcurso de un enfrentamiento que habría iniciado el fallecido.