La Junta intenta salvar el proyecto de la trufa negra en la Sierra de Segura con 2.000 nuevas plantas

Actualizado: domingo, 21 junio 2015 11:03

JAÉN, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Agencia de Medio Ambiente y Agua va a plantar 1.980 plantas en la Sierra de Segura, concretamente en el término municipal de Santiago Pontones (Jaén) para intentar salvar lo que se anunció como la primera plantación artificial española de trufa negra a partir de encinas, un proyecto anunciado en 2004 y en el que se han invertido más de 700.000 euros en los últimos diez años sin que hasta el momento se haya conseguido cultivar la preciada trufa negra.

La trufa negra, que se da en zonas de Castilla-León, Aragón, o
Lleida, es una de las especies más apreciadas y mejor cotizadas en
la gastronomía hasta el punto de que un kilo puede superar en el
mercado los 1.800 euros. Precisamente, esta variedad es la que se daba de forma natural en la zona de Santiago Pontones y de Puebla de Don Fadrique (Granada) de ahí que se acotaran hace diez años 21,8 hectáreas de montes públicos en el municipio jiennense y otras 6,5 hectáreas en el granadino donde se plantaron encinas en cuyas raíces venía inoculada la trufa negra.

El delegado de Agricultura y Medio Ambiente, Sebastián Quirós, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que se trata de un proyecto de "largo recorrido" donde habrá que esperar otros diez años más para ver si las nuevas plantaciones que se hagan en octubre dan resultado. Las plantas serán de encina ibérica, una especie cultivada en viveros andaluces que esperan que corran mejor suerte que las más de 11.000 plantadas en 2004 y que fueron adquiridas en viveros de fuera de la comunidad autónoma. "Se perdieron muchas plantas por los jabalíes y porque algunas no agarraron", indica Sebastián Quirós.

Además de la nueva plantación se restaurará la valla cinegética de dos metros de altura que se construyó hace una década para proteger las plantaciones en las casi 22 hectáreas delimitadas en Santiago Pontones para este cultivo en el que se pensaba como alternativa real al del olivar dentro del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas.

En definitiva, lo que se pretende, según Quirós, es poner en marcha "un plan de choque" que contempla también los trabajos de micorrización para resucitar este proyecto que fue anunciado hasta en dos ocasiones por los responsables de la Delegación de Medio Ambiente en Jaén y para el que se anunció, primeramente en 2004 una inversión de 360.986 euros y otros 374.000 en 2008.

VIGILANCIA

Además, ha dicho Quirós, se reforzará la vigilancia en la zona. Para ello se ha hablado con los truferos de la zona para acordar el seguimiento de las plantas. En este punto, Quirós reconoce que la profesión de trufero está desapareciendo porque los que quedan son personas muy mayores. Es por eso por lo que se va a intentar formar a gente joven para que, en un futuro, puedan hacerse cargo de la explotación de esta plantación artificial de trufa negra.

En este extremo se pronuncia también el alcalde de Santiago Pontones, Pascual González, al explicar a Europa Press que en el municipio sólo queda una persona que se dedica a coger trufas, el resto ha ido desapareciendo y son personas de fuera, incluso de otras comunidades autónomas, las que llegada la fecha se trasladan hasta este municipio de la comarca segureña para hacerse con la preciada trufa negra.

González se muestra confiado en que finalmente todos los trabajos realizados den su fruto aunque se estén haciendo esperar y la trufa negra se convierta en una fuente de riqueza, de empleo y de diversificación económica. Y es que "muchas veces lo natural no es tan fácil que de reproducir por la mano del hombre", dice el alcalde de este municipio de la sierra de Segura.

Fue en 2008 cuando la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía anunció otros 374.000 euros para acometer la micorrización con trufa negra (Tuber nigrum) de varias zonas en el monte público Loma del Calar del Pino, en el término municipal de Santiago Pontones. En concreto, los trabajos se situaron en el paraje de La Fresnadilla, muy cercano a los de Los Paulinos de Arriba y Los Paulinos de Abajo.

Para ello, la antigua Egmasa trató la vegetación circundante (rozas de matorral de forma selectiva); restauró infraestructuras hidrológicas, en concreto la adecuación de tres balsas naturales cercanas con una ligera impermeabilización; cerramientos de la zona y preparación del terreno con la realización manual de los hoyos para la micorrización. A esto se sumaba el análisis constante de los suelos y el seguimiento climático y pluviométrico a través de una estación meteorológica.

Si finalmente tras más de diez años de trabajos e inversiones públicas se consigue el cultivo artificial de la trufa negra, Santiago Pontones conseguirá una nueva fuente de riqueza aunque no albergará la primera plantación artificial de trufa negra que, según cuenta el alcalde, se encuentra en Teruel, en terrenos menos abruptos que los jiennenses, y en los que "empezaron más tarde, pero tuvieron más suerte o acertaron antes".

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