ALICANTE, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, consideró hoy que la Iglesia Católica "difícilmente podría respaldar la objeción" de impartir la asignatura de Educación para la Ciudadanía y Derechos Humanos que, según recordó, es "de momento un borrador" y que "respeta no sólo lo que la Constitución dice, sino los acuerdos con la Santa Sede, y por tanto creo que los motivos de desacuerdo no tienen una fácil explicación".
Tras inaugurar en la Universidad de Alicante las II Jornadas de I+D+i, organizadas por UGT-PV, Mercedes Cabrera se refirió así, preguntada por los medios de comunicación, a la oposición de algunos colectivos a la implantación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía y Derechos Humanos, así como a la objeción de conciencia, a la que aludió el arzobispo de Granada, Javier Martínez.
En este sentido, la ministra incidió en que "de momento es un borrador que están discutiendo las comunidades autónomas y pasará por el Consejo Escolar", al tiempo que subrayó que la "propuesta del ministerio es absolutamente respetuosa con el derecho y la libertad de los padres, tanto los que quieren que sus hijos estudien religión como el derecho de los que no quieren que sus hijos estudien religión".
Desde su punto de vista, es "una propuesta en este sentido que respeta no sólo lo que la Constitución dice, sino los acuerdos con la Santa Sede, y por tanto creo que los motivos de desacuerdo no tienen una fácil explicación".
En cuanto a la objeción de conciencia, Cabrera se mostró "convencida" de que la Iglesia Católica "difícilmente podría respaldar la objeción a una materia cuya enseñanza está impulsada por la propia Unión Europea, por organismos internacionales y cuyo objetivo fundamental es una materia que tiene como objetivo fundamental enseñar a nuestros niños y a nuestros adolescentes a vivir y a convivir en la pluralidad y en tolerancia".
En esta línea, resaltó que esta "asignatura, que por cierto se llama Educación para la Ciudadanía y Derechos Humanos, que siempre se nos olvida esta segunda parte", intenta que los estudiantes puedan "mediante el diálogo aprender sus derechos y obligaciones y el respeto y el disfrute de un régimen democrático". Por lo tanto, según dijo, "difícilmente entiendo que alguien pueda objetar estos contenidos".
