GRANADA 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El portavoz andaluz de Los Verdes (LV), Mario Ortega, consideró hoy que la modificación del decreto que regula las condiciones de implantación y funcionamiento de los campos de golf en Andalucía mantiene "los expolios" de capital ambiental, agrario y económico "que el viejo modelo urbanístico ha provocado".
Para LV, el texto anterior ya era "insuficiente" porque dejaba gravísimas puertas abiertas a las políticas destructivas del territorio y los recursos agrarios, económicos y naturales de Andalucía", y ahora, con la nueva redacción "es como si no existiera regulación andaluza en materia de campos de golf y urbanizaciones". "Hemos vuelto veinte años atrás, como si aquí no hubiese pasado nada", señaló Ortega en rueda de prensa.
Según el portavoz de la formación ecologista, la modificación de cuatro artículos y dos disposiciones pretende eliminar el requisito de que los campos de golf denominados 'de interés turístico' tengan que estar previstos en los Planes Subregionales de Ordenación del Territorio, y hace que no sea necesaria la incorporación a los PGOU municipales.
"Basta con utilizar cualquier procedimiento de modificación de la planificación urbana, eliminando garantías de participación ciudadana y de debate político abierto, todo esto agravado porque se da potestad al Consejo de Gobierno para modular los requisitos de crecimiento urbano y previsiones de crecimiento de población establecidos en el POTA, Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, un elemento que introduce déficit democráticos sobre las decisiones que afectan al territorio andaluz", apuntó.
Ortega criticó la eliminación de la obligatoria presentación de una memoria de viabilidad económica, lo que implica, según dijo, "que se da vía libre a cualquier proyecto tenga o no garantías de que pueda ejecutarse" lo que, añadido a la eliminación de los plazos de validez de la declaración de Interés Turístico, "supone una hipoteca sine die del territorio afectado".
Según LV, en materia de gestión de los recursos hídricos y de integración ambiental, paisajística y natural, el nuevo decreto amplía el plazo de adaptación de los campos de golf existentes por cuatro años más, "lo que añadido a los dos que permitía el texto anterior, significa que son seis años para adaptarse a una norma legal, algo que es inaudito".
Todo, según Ortega, mientras "que el turismo de golf es ínfimo y está agotado" y teniendo en cuenta que un sólo campo de golf "necesita el agua de una población de 10.000 habitantes, y que el empleo que genera es minúsculo". "O se apuesta por otros recursos turísticos o vamos derechitos a la catástrofe", advirtió.