Los padres de María Teresa tienen aún la esperanza de encontrarla, cuando se cumplen 9 años de su desaparición

Actualizado: lunes, 17 agosto 2009 21:02

MOTRIL (GRANADA), 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

Antonio Fernández y Teresa Martín, los padres de María Teresa Fernández, mantienen aún viva la esperanza de encontrar con vida a su hija, cuando mañana se cumplen nueve años de su desaparición, durante la Feria de la localidad granadina.

Según confesó Antonio Fernández a Europa Press, estos días "son muy dolorosos", porque si bien la joven sigue en sus mentes "minuto tras minuto", todo lo que rodea a la semana de Feria de Motril les recuerda aún más a ella y "hace que pasar el trago sea más difícil".

El padre de la joven indicó que este año no organizarán manifestación o acto alguno "porque la psiquiatra a la que acudimos una vez en semana, al ver el estado en que estaba mi mujer, nos lo ha prohibido. Nos dijo que si queríamos hacer algo que ella no fuera, porque podría pasarlo muy mal y finalmente decidimos que este año no habría manifestación".

En cuanto a la investigación, Antonio Fernández indicó que la Policía Nacional trabaja en varias líneas, una de ellas es la carta anónima que recibieron los padres hace unos meses "y que hizo avanzar bastante la investigación. El problema es que no sabemos quien la escribió ni la persona ha vuelto a dar señales de vida, pese a lo que nos hace falta que aporten nuevos datos".

La otra línea es novedosa y la Policía Nacional no quiso desvelársela ni a los propios progenitores para lograr el buen curso de la investigación. "El inspector que lleva el caso nos ha dicho que no quiere darnos falsas esperanzas y que en unas tres o cuatro semanas, cuando se haya concluido con el estudio de las nuevas pistas, entonces nos contará de qué se trata, tanto si da sus frutos como si no".

María Teresa Fernández desapareció el 18 de agosto de 2000, cuando tenía 18 años, en la Avenida de Andalucía de Motril, en pleno centro de la ciudad, desde donde iba a encontrarse con unos amigos para posteriormente trasladarse hasta el recinto ferial, ubicado a unos dos kilómetros de la zona.

Desde el día de su desaparición, sus padres emprendieron una campaña en su búsqueda que los llevó a repartir carteles con su fotografía por todas las comunidades autónomas, acompañadas de manifestaciones mensuales para evitar que el caso cayese en el olvido. En su lucha, contactaron con pescadores y camioneros para que llevasen la imagen de su hija a todos los rincones del país y anunciaron recompensas en páginas web a quien aportara pistas sobre su paradero.

Tanto los investigadores como los padres de la joven iniciaron hace unos tres años su sospecha de que Tony Alexander King, condenado por las muertes de las jóvenes malagueñas Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, y de su amigo Robert Graham, pudieran estar implicados en el caso por las similitudes con los dos sucesos mencionados anteriormente y porque los dos fueron vistos por la zona de Motril en la fecha en la que María Teresa desapareció.

Esa nueva línea de investigación llevó a la apertura del caso por tercera vez, lo que trajo a King a prestar declaración en el juzgado que instruye el caso. El hombre llegó a decir que María Teresa había sido asesinada y que tenía el convencimiento de que el autor de la muerte había sido su amigo Graham, por lo que el propio magistrado y la Policía Nacional requirieron la colaboración de la Interpol para que buscase a este último y que acudiera a Motril a prestar declaración, algo que hasta la fecha no ha sucedido.

En este sentido, el padre de la joven además indicó que también se han producido contactos con la Interpol para encontrar a Graham "y que pueda producirse ese careo que nosotros pedimos entre él y King, para ver lo que se puede sacar de ellos y si por esa vía avanza la investigación".

El apoyo de todos los motrileños y vecinos de núcleos cercanos a los padres de María Teresa es constante desde aquel momento, al igual que los mensajes de ánimo. Desde un primer momento, los padres de María Teresa Fernández descartaron la posibilidad de que su hija se escapara de casa porque no encuentran razones para ello. A parte de los últimos avances, sólo se sabe que la joven mandó un mensaje corto al móvil de su novio que decía: "puede que tarde pero voy, espérame".