Daniel Rodríguez Moya, a la izquierda en la imagen, con Ernesto Cardenal y Claribel Alegría, en primer término a la derecha durante el rodaje de 'Me gustan los poemas y me gusta la vida' en Nicaragua - REMITIDA POR DANIEL RODRÍGUEZ MOYA
GRANADA 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Biblioteca Provincial de Granada será escenario, este jueves a las 19,00 horas, de la proyección especial, con motivo del centenario del nacimiento del escritor nicaragüense Ernesto Cardenal (1925-2025), del documental 'Me gustan los poemas y me gusta la vida', dirigida por el periodista y poeta Daniel Rodríguez Moya.
El evento, organizado por el Festival Internacional de Poesía de Granada, se une a la conmemoración que se viene celebrando con diversos actos a lo largo de todo este año. La película, una coproducción hispano-nicaragüense dirigida por el granadino Rodríguez Moya junto al escritor Ulises Juárez Polanco, la cual se estrenó en 2015, muestra cómo la poesía puede funcionar de manera terapéutica, en los aspectos psicosociales, en niños enfermos de cáncer, adentrándose en los talleres literarios que impartieron Ernesto Cardenal y Claribel Alegría en un hospital infantil de Managua.
El documental 'Me gustan los poemas y me gusta la vida' retrata una iniciativa pionera que surgió en 2004, cuando el oncólogo infantil Giuseppe Masera propuso al padre Ernesto Cardenal impartir un taller de poesía para niños con leucemia y cáncer en Nicaragua.
Cardenal, quien ya había organizado numerosos talleres populares de poesía tras la Revolución Sandinista de 1979, en su etapa como ministro de Cultura, aceptó el desafío. Así nació el célebre taller de poesía del Hospital Infantil Manuel de Jesús Rivera La Mascota, en Managua, donde cada martes, durante más de una década, Cardenal y otros poetas como Alegría se reunían con los niños pacientes para "leer y escribir versos, logrando resultados extraordinariamente positivos", han indicado desde la organización de la proyección de este jueves en Granada.
En estas sesiones, la palabra poética se convertía en una herramienta de expresión y apoyo anímico para los pequeños. La escritora Claribel Alegría, participante del taller, resume en el filme que este tipo de actividad "en momentos de incertidumbre y dolor no solo distrae y entretiene, sino que cura y fortalece" a los niños. De hecho, muchos de los pacientes desarrollan un sorprendente caudal creativo: "en esta poesía las estrellas son de color transparente, la luna plateada como el agua y el sol tiene pestañas rosadas", destacaba el propio Cardenal al elogiar la calidad de los versos infantiles.
La película (de 50 minutos de duración) intercala escenas de esos talleres con testimonios de médicos, psicólogos, familiares y educadores, quienes explican cómo el acto de escribir poesía potencia la autoestima y el estado de ánimo de los niños dentro de sus terapias. Además, son los propios pacientes quienes recitan varios de sus poemas a lo largo del metraje, sirviendo sus creaciones como hilo conductor de la historia y demostrando el "canto a la vida" que surge incluso en circunstancias adversas.
El título del documental proviene de un verso de Ibis Palacios, una niña de ocho años atendida en La Mascota que escribió "me gustan los poemas y me gusta la vida" poco antes de fallecer víctima de la leucemia en 2008. Esta frase, convertida en lema, resume el espíritu optimista del proyecto: amar la poesía como afirmación de la vida.
Las proyecciones iniciales de 'Me gustan los poemas y me gusta la vida' tuvieron un fin benéfico: todas las ganancias recaudadas fueron destinadas a la Comisión Nicaragüense de Ayuda al Niño con Cáncer, apoyando la lucha contra esta enfermedad en la infancia.
Posteriormente, el documental continuó su recorrido en el circuito cultural y recibió reconocimiento fuera del país: fue seleccionado en la sección oficial del XI Festival Internacional de Cine Documental de Al Jazeera, así como en el V Festival Internacional de Cine Educativo y Espiritual de Ciudad Rodrigo (Salamanca). Estas selecciones internacionales evidenciaron el alcance universal de su mensaje y la emotividad de su propuesta audiovisual.
Ernesto Cardenal no solo es el mentor de estos talleres de poesía, sino una de las voces más respetadas de la literatura hispanoamericana. Poeta, sacerdote y activista, está considerado "la figura emblemática de la poesía mística y política" de Nicaragua, reconocido internacionalmente como el autor nicaragüense más célebre después de Rubén Darío.
El vínculo de Cardenal con Granada también fue estrecho. Visitó la ciudad andaluza en varias ocasiones para participar en su Festival Internacional de Poesía, convirtiéndose en un invitado de honor en las últimas ediciones junto a su colega Claribel Alegría. Por ello, "la proyección de este documental en Granada no solo celebra su centenario, sino que subraya la huella que su palabra viva ha dejado a ambos lados del océano", señalan sus promotores.
Rodríguez Moya se involucró profundamente con esta historia tras presenciar de primera mano el taller de La Mascota a lo largo de varios años. La primera vez que entró a la sala de oncología pediátrica, se quedó sobrecogido ante la escena.
"Los primeros minutos fui incapaz de articular una palabra al mirar frente a frente a aquellos pequeños, con los efectos de la quimioterapia visibles", confiesa Rodríguez Moya. Sin embargo, pronto aquel impacto inicial dio paso a la admiración y la esperanza al comprobar el efecto transformador de la poesía en los niños.
Durante la hora y media que duraba el taller, "el hospital se llenaba de bellos cantos a la vida", recuerda el director, describiendo cómo los versos lograban despejar, al menos temporalmente, la sombra de la enfermedad.
El poeta reflexiona que abordar una realidad tan dolorosa no está reñido con un mensaje optimista. Aunque admite que "las palabras niño y cáncer, cuando van juntas, forman la imagen más desoladora que se pueda pensar", también sostiene que "aun en un abismo de estas dimensiones existe un espacio para la esperanza".
En su opinión, la experiencia de La Mascota demuestra el poder sanador del arte: la poesía ofrece a estos niños un vehículo para expresar sus miedos y sueños, para aferrarse a la vida con cada metáfora. "Este documental contesta a la pregunta que muchas personas se hacen: ¿para qué sirve la poesía?", y la respuesta florece en cada sonrisa y en cada verso creado por los pequeños protagonistas, ha advertido el escritor.
'Me gustan los poemas y me gusta la vida' fue el primer documental firmado por Daniel Rodríguez Moya, muy vinculado con Nicaragua desde hace dos décadas. Después vino 'Brigadistas', sobre los españoles que participaron en la Cruzada Nacional de Alfabetización en 1980 y, más recientemente, 'Nicaragua, patria libre para vivir' tras las protestas de 2018 por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En la gestación de 'Me gustan los poemas y me gusta la vida' fue clave también la figura de Ulises Juárez Polanco, joven escritor nicaragüense que codirigió el documental junto a Rodríguez Moya.
Por otra parte, el documental contó con la colaboración especial del célebre escritor uruguayo Eduardo Galeano, a quien de hecho está dedicada la obra.