SEVILLA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Efectivos de la Guardia Civil de Tráfico de Sevilla han auxiliado a un enfermo que iba en vehículo de urgencias para hacerle un trasplante de pulmón, a vida o muerte, al quedarse averiada en plena carretera la ambulancia cuando iba desde Sevilla al hospital Reina Sofía, en Córdoba.
En un comunicado remitido a Europa Press, la Benemérita indicó que este servicio humanitario tuvo su origen en una llamada de auxilio efectuada desde el propio equipo de trasplantes, que es quien le comunicó a la Guardia Civil que la ambulancia que trasladaba a este enfermo se encontraba averiada en el kilómetro 506 de la A-4, carretera que va desde Sevilla a Madrid.
A partir de ese instante, y siguiendo los protocolos de actuación que mantienen la Guardia Civil y la Unidad de Trasplantes, desde la Central COTA, lugar donde se reciben todas las llamadas de urgencia de la Guardia Civil de Tráfico, se envió una dotación de este Cuerpo al punto kilométrico donde estaba la ambulancia averiada.
Al llegar la dotación de la Guardia Civil al punto kilométrico 506 el enfermo fue trasladado al coche de la Benemérita para coger dirección Córdoba a toda velocidad. La gravedad del paciente, la urgencia del caso y la premura de tiempo no hacían posible adoptar otra opción. Eran las 18.00 horas y 30 minutos más tarde esperaban al enfermo en urgencias de Reina Sofía.
El vehículo de la Guardia Civil, a toda velocidad, aunque con las debidas precauciones, ya que iba con los correspondientes dispositivos acústicos y luminosos de emergencia, tomó dirección Córdoba. Mientras tanto, los dos guardias civiles de esta patrulla solicitaron a la Central COTA que un segundo vehículo, también de la Guardia Civil de Tráfico, aunque esta vez del Subsector de Córdoba, los esperase a la entrada de la ciudad para abrirles camino y llegar cuanto antes a Reina Sofía.
A las 18.55 horas la Guardia Civil dejó al enfermo a las puertas del servicio de urgencias de Reina Sofía, aunque ahí no quedó el apoyo y el auxilio en este caso, pues los facultativos pidieron al Instituto Armado, dada la premura de tiempo, que trasladasen de nuevo al enfermo a un segundo punto del hospital, que era donde en realidad tenían que intervenirlo.
Al final, esta persona quedó en la puerta del hospital, donde fue evacuado por el equipo médico que tenía que realizarle el trasplante, que lo intervino con éxito.
